“No sabemos qué otras medidas podría tomar Estados Unidos”: vicecanciller Jaramillo
El vicecanciller manifestó que la relación con Estados Unidos bajó de nivel, pero eso no significa que no haya contactos.
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La relación entre Colombia y Estados Unidos vive un momento de tensión sin precedentes en más de un siglo. Aunque desde el Gobierno colombiano se evita hablar de “crisis”, el llamado a consultas de embajadores, la amenaza de nuevos aranceles y la posibilidad —aún no confirmada— de revocación de visados a funcionarios del Estado, configuran un escenario complejo.
“Estamos en medio de un impase. Yo no hablaría de una crisis”, aseguró Mauricio Jaramillo Jassi, viceministro de Asuntos Multilaterales, en entrevista con Mañanas Blu, con Néstor Morales.
En el centro de la tensión diplomática se encuentra una serie de decisiones unilaterales adoptadas por Washington, entre ellas el anuncio de un arancel del 10% sobre productos colombianos, que podría elevarse al 25% si no se llega a un acuerdo antes del 9 de julio. Para Jaramillo, estas acciones rompen con la tradición de consulta entre ambos países: “A nosotros como Estado no se nos puede atribuir ninguna responsabilidad por lo que un gobierno de manera unilateral, faltando además a la tradición diplomática, imponga”.
Las fricciones actuales se gestaron en medio de un contexto internacional que el vicecanciller describe como “enrarecido”. La política migratoria estadounidense, el auge de discursos extremistas y la presión de algunos sectores del Congreso norteamericano han contribuido a la degradación del clima bilateral.
Según Jaramillo, “nunca hemos tenido un ambiente tan caldeado en la geopolítica mundial”. Esto se refleja, entre otros aspectos, en la imposición de aranceles sin previo aviso y en la incertidumbre respecto a posibles sanciones a funcionarios colombianos, como la revocación de visados.
“No tenemos información oficial sobre la cancelación de visas. He hablado con varios funcionarios del listado que circula, y muchos de ellos ni siquiera tienen visa”, precisó. Además, reiteró que Cancillería no ha recibido ninguna notificación formal: “Es importante que la opinión pública sepa que, hasta ahora, no se ha retirado el visado a ningún funcionario del Estado colombiano”.
Pese al retiro temporal de embajadores, Colombia mantiene vínculos activos con diversas instancias del Estado estadounidense. “No tenemos a nuestro embajador García Peña en Washington ni al encargado de negocios McNamara en Bogotá, pero la embajada sigue funcionando. Seguimos trabajando con el Congreso, la sociedad civil, centros de pensamiento y universidades”, detalló el vicecanciller.
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Jaramillo destacó que la relación bilateral va más allá del Ejecutivo estadounidense, y se basa en una cooperación de Estado a Estado. El contacto con comités como el de Apropiaciones o el de Relaciones Exteriores del Congreso continúa siendo clave para preservar el respaldo bipartidista hacia Colombia.
La controversia también ha estado marcada por declaraciones del presidente Gustavo Petro contra el senador Marco Rubio, a las que algunos sectores atribuyen la escalada diplomática. Consultado al respecto, el vicecanciller aclaró que el mandatario ya rectificó: “El presidente aclaró sus declaraciones y yo creo que con eso se cierra el espacio para que se mantengan estas consultas”.
Aun así, Jaramillo subrayó que el Gobierno colombiano no puede tolerar ataques a la dignidad nacional: “Nosotros reaccionamos desde el respeto, pero no podemos traicionar la dignidad y la soberanía colombianas”.
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La tensión con Estados Unidos ha llevado a Colombia a acelerar su estrategia de diversificación diplomática. “Tratamos de reforzar nuestros vínculos con América Latina y nos acercamos al Asia Pacífico. Estas dependencias nos hacen daño”, afirmó Jaramillo, enfatizando que, aunque se privilegia la histórica alianza con Washington, se busca mayor autonomía en política exterior.