En entrevista en Sala de Prensa, el investigador y experto en conflicto, Jorge Mantilla, analizó lagrave situación de orden público que enfrenta Colombia, marcada por la implementación del Plan Pistola. Este plan, ejecutado por grupos armados ilegales, ha resultado en el asesinato de 23 policías y ha puesto de manifiesto las debilidades de la fuerza pública.
Mantilla señaló que este incremento en la violencia es consecuencia de una pérdida de capacidades operativas en las fuerzas militares, así como de decisiones erráticas en materia de seguridad por parte del gobierno.
"La crisis más dura de orden público de este gobierno la vivimos en enero en la situación del Catatumbo, fallaron ambas cosas porque eso tiene que ver con los anuncios que hace el presidente. Recordemos que el plan pistola es el resultado de los anuncios que hace el presidente. Frente a la ofensiva contra el clan del Golfo y por parte también el resultado. Y en eso, digamos yo concuerdo con el ministro de Defensa, el resultado de unas acciones ofensivas que desarrolla la fuerza pública contra miembros del clan del Golfo y pues de sus de sus comandancias", afirmó Mantilla.
Además, subrayó que la falta de operatividad y recursos, combinada con la fragmentación de los grupos armados, ha complicado significativamente la labor de las fuerzas de seguridad. La situación se agrava con la falta de cooperación internacional y el recorte en el presupuesto de defensa, que ha disminuido un 47% en comparación con el gobierno anterior.
La entrevista también abordó la complejidad del contexto operacional en el que operan las fuerzas armadas, haciendo hincapié en el desafío de enfrentarse a múltiples grupos ilegales con diferentes intereses y agendas.
La fuerza pública carece del poder y de la capacidad aérea necesaria para responder adecuadamente a las amenazas
advirtió Mantilla.
De cara al futuro, la obra de Mantilla resalta la urgencia de un enfoque estratégico que considere una nueva política de seguridad y un posible impuesto de guerra y paz similar al implementado en administraciones pasadas.
¿Colombia requiere un impuesto de guerra y de paz?
Según su análisis, los grupos armados no solo están influyendo en la seguridad, sino también en el panorama electoral, donde todos los candidatos enfrentarán presiones para adoptar posturas de mano dura.
Creo que es inminente que, y esto seguramente será parte del debate de las próximas elecciones presidenciales, donde creo va a estar sobre la mesa, que el país requiere un impuesto de guerra y de paz, un impuesto de seguridad parecido al que tuvo en el primer Gobierno Álvaro Uribe. que fue transitorio, pero esto lo digo además porque a ese déficit se suma algo muy importante y es el escenario internacional. El congelamiento de la cooperación por parte de Estados Unidos ha sido un golpe muy importante para esas capacidades"
dijo Mantilla
Con un clima de creciente inseguridad y una debilitada capacidad del Estado para garantizar la paz y el orden, el país se encuentra en un cruce de caminos crítico. La respuesta del gobierno y los líderes políticos será determinante en los próximos meses, no solo para la seguridad, sino para la protección de los derechos humanos y la estabilidad democrática en Colombia.
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