En el municipio de Juradó en Chocó, se vive una compleja situación humanitaria por cuenta de los enfrentamientos de los últimos días entre la guerrilla del ELN y el Clan del Golfo. Debido a las confrontaciones la mayoría de los habitantes de esta zona del país se encuentran confinadas, pero además casi 140 personas de 27 familias se vieron obligadas a desplazarse hacia el casco urbano de Juradó porque fueron amenazados y señalados de ser supuestamente informantes del bando contrario.
"En la comunidad Eyazaque del resguardo Nusí Purrú, miembros de uno de los grupos ilegales amenazaron a quienes allí habitan. En la comunidad Cedral, los pobladores quedaron en medio del fuego cruzado. La comunidad Amba Patato, también fue objeto de amenazas y señalamientos de ser informantes del bando contrario; lo que originó el desplazamiento de 137 personas (27 familias) hacia el casco urbano de Juradó, cabecera en la que, por combates entre las dos estructuras armadas, una mujer indígena y un adulto mayor fueron asesinados", señalo la Defensoría del Pueblo.
En la cabecera municipal de Juradó hay 14 comunidades indígenas que pertenecen a cuatro resguardos y cinco corregimientos afro. Todas estas personas están en riesgo debido a las disputas del ELN y el Clan del Golfo.
“Necesitamos que las autoridades de los distintos niveles implementen una estrategia integral de protección para los moradores no únicamente de Juradó, también de la subregión del Pacífico Norte; la cual incluye otros dos municipios, como lo son Nuquí y Bahía Solano. En los tres hay una exacerbación de la violencia armada”, señaló el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
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