Petro choca con Sarabia: contrato de pasaportes con Thomas Greg “no va a seguir”
La Cancillería había anunciado que prorrogará el contrato de pasaportes con Thomas Greg por 11 meses más.
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Durante un nuevo consejo de ministros en el que no estuvo presente la canciller Laura Sarabia, el presidente Gustavo Petro lanzó duras críticas al proceso que busca prorrogar el contrato con la empresa Thomas Greg & Sons, encargada de la expedición de pasaportes en Colombia desde hace casi 20 años. El mandatario aseguró que dicho contrato “no va a seguir” y reiteró su rechazo a las figuras de urgencia que lo han mantenido vigente.
“No va a seguir Thomas & Greg porque la licitación que estaban haciendo en Cancillería era fraudulenta”, afirmó Petro, quien además advirtió: “Yo no voy a admitir que por urgencias prorroguen el contrato de Thomas & Greg en la Cancillería”. Con estas palabras, el jefe de Estado desautorizó de forma categórica la intención del Ministerio de Relaciones Exteriores de extender por once meses más el vínculo con la compañía mediante una nueva urgencia manifiesta.
Las declaraciones también incluyeron señalamientos contra el excanciller Álvaro Leyva, con quien Petro mantiene una disputa desde que se anuló la licitación del contrato. “La licitación que estaban haciendo en Cancillería y el canciller por demorarse en suspenderla terminó en un lío que lo llevó fuera por culpa de la Procuraduría, y ahora quiere vengarse de mí con sus carticas tontas porque yo no hago vida social ni privada con el señor Leyva”, dijo el presidente.
El mandatario calificó de “tontas” las cartas públicas que ha enviado Leyva, en las que cuestiona el comportamiento del presidente en eventos diplomáticos: “Ahora quiere vengarse de mí con sus famosas cartitas tontas”, repitió Petro en tono sarcástico.
El tema de los pasaportes ha sido uno de los dolores de cabeza más persistentes del Gobierno. La licitación original fue anulada por orden presidencial en 2024, lo que derivó en una demanda por parte de Thomas Greg, que posteriormente fue retirada luego de acordarse una prórroga temporal. Este contrato vence en tres meses y, hasta ahora, no hay una nueva adjudicación definitiva.