Toda una polémica se ha generado por cuenta de una jueza que se ha hecho muy popular en redes sociales como TikTok e Instagram por cuenta de sus bailes, bailes que lleva cabo en su oficina personal. Marianela Cabrera, ahora enfrenta una investigación disciplinaria por sus videos personales de baile publicados en plataformas como TikTok e Instagram.
La jueza, en diálogo con Mañanas Blu, aclara repetidamente que los videos fueron grabados en su casa y no en su despacho judicial, desmintiendo las acusaciones de que está bailando en el trabajo.
La queja formal presentada en su contra argumenta que sus publicaciones son sugerentes y atentan contra el decoro y la moralidad de su profesión. La jueza además, rechaza la investigación formal, incluyendo la orden de inspeccionar su teléfono celular personal, a lo que ella se negó alegando que viola su intimidad.
En ese sentido defiende su labor profesional destacando un alto índice de evacuación de casos, sugiriendo que la investigación ignora su eficiencia laboral y se enfoca injustamente en su vida personal y la forma en que viste.
La queja, impulsada por correos electrónicos anónimos, se basa en sus publicaciones personales en redes sociales como TikTok e Instagram, donde aparece bailando. La jueza Cabrera, de 47 años y madre de tres hijos, ha refutado categóricamente los señalamientos, calificando el proceso como un intento de invadir su esfera íntima y de juzgarla por su género y su forma de vestir, ignorando su alta productividad laboral.
El expediente disciplinario ha cobrado notoriedad no solo por el carácter inusual de la queja, sino por las controvertidas órdenes emitidas por el magistrado instructor, Manuel Enrique Flores, incluyendo el seguimiento de sus redes sociales y la solicitud de incautación de su teléfono celular personal.
Una de las primeras precisiones que la jueza Cabrera se apresuró a establecer fue la ubicación de los videos que motivaron la queja. Contrario a la creencia popular de que utiliza su tiempo laboral para actividades de ocio, la jueza subrayó que las publicaciones se realizan desde su hogar.
"Yo no bailo en el juzgado. Yo no tengo videos en mi despacho judicial. Estos videos que tienen todos el mismo fondo... son en mi casa", declaró la togada.
A pesar de esta aclaración, la queja formal sostiene que las publicaciones atentan contra el decoro de la profesión. La queja, según leyó textualmente la propia jueza, indica que ella "realiza videos mostrando de manera sugestiva su cuerpo, lo cual atenta contra el decoro y la moralidad de la profesión, al punto de vanagloriarse en su cuenta que es juez y además realiza videos sexuales y se viste de manera inapropiada y no le pasa nada, además de no ocupar la totalidad de su tiempo en desempeñar su labor".
Para la jueza Cabrera, más allá de la legalidad de los procedimientos, el proceso representa un juicio moral y de género contra la mujer profesional por su apariencia y sus elecciones personales. La jueza concluyó con un llamado a la reflexión sobre cómo se juzga a las mujeres en su campo: "Es muy lamentable, la verdad. Para mí es muy lamentable que a una mujer se le juzgue, se le juzgue por su forma de vestir, se le juzgue por sus publicaciones en redes sociales y se haga caso omiso al trabajo de ella".
Escuche aquí la entrevista: