Que Dios perdone la verborrea contra el Ejército en el Bajo Patía, Nariño: coronel Rengifo

Invocando a Dios todopoderoso para que perdone lo que él llamó "verborrea" en contra del Ejército Nacional, un alto oficial se defendió de las acusaciones de supuestas alianzas con grupos paramilitares que hicieron representantes de los campesinos del bajo Patía en desarrollo de la misión de verificación institucional de derechos humanos que este fin de semana se cumplió en el municipio de Magüí Payán en Nariño.

Desde la presencia militar en veredas y corregimientos, cerca de las viviendas de los campesinos, señalamientos y retenes ilegales por parte de grupos armados ilegales que impiden desde hace varios meses la libre movilidad por el río Patía y que, de acuerdo a las denuncias de los propios campesinos, se han hecho en algunas ocasiones a pocos metros donde coincidencialmente está el Ejército Nacional, preocupa a población civil del bajo y alto Patía, zona rural de Magüí payán, Cumbitara, Policarpa, Roberto Payán, El Rosario, El Leiva.

La delegación de 20 campesinos de las veredas y corregimientos del bajo Patía, sector de la cordillera en Nariño, tuvieron que sortear toda clase de obstáculos que iban desde amenazas de muerte, hasta tener que atravesar por tierra el departamento para poder llegar a la cita programada el 20 de mayo en la cabecera municipal de Magüí Payán.

Después de casi 20 horas de viaje por tierra, los líderes campesinos llegaron con un solo fin, dar a conocer públicamente los supuestos atropellos e intimidaciones que vienen siendo objeto, según ellos, por parte de algunos integrantes de la fuerza pública y grupos armados ilegales y que los funcionarios del Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Gobernación de Nariño y la OEA Mapp, los escucharan por fin.

Los primeros en hablar fueron los líderes campesinos que no se guardaron nada y lo narraron todo, sin embargo, lo que más insistieron es que se acaben las supuestas alianzas entre algunos integrantes de la fuerza pública y los grupos de paramilitares que hay en el sector de Brisas de Hamburgo, una zona donde los afrodescendientes no pueden llegar porque dicen que es "territorio vedado para ellos y quienes lo hagan corren mucho riesgo, porque los que allí mandan son los que imponen la ley del monte".

Fueron cinco los integrantes de la comunidad que hablaron y todos coincidían en lo mismo, en los supuestos abusos de algunos integrantes de la fuerza pública, la delegación desbordaba en miedo y terror, por lo que estaban hablando delante de los funcionarios, entre ellos, el comandante del batallón 14 del Ejército,quien tomó atenta nota de lo que contaban los campesinos.

Los campesinos dicen que la fuerza pública no les da garantías para protegerlos porque los grupos armados ilegales se valen de todo para seguir intimidando a la comunidad y son los que mandan en las riberas del río Patía, en donde nadie pasa si no hay un permiso.

Ellos dicen que son una población civil completamente sola porque el estado nunca ha hecho presencia en esta región y sigue estigmatizándolos de ser guerrilleros y cocaleros.

El alcalde de la población, Alejandro Quiñonez, sobre quien han hecho varios panfletos acusándolo de ser paramilitar y de ser propietario de minas de oro en las riberas del río Patía, fue categórico y negó toda relación con los grupos armados ilegales y aseguró que desde que ganó las elecciones no ha vivido un solo día en paz, y que ha tenido que esconderse porque dice que hay un plan para matarlo y que su único afán es servirle a su comunidad y terminar su periodo si no pasa nada extraordinario.

El mandatario local insistió que quien tenga pruebas de que él o alguien de su familia tenga nexos con los grupos paramilitares que las presente y que está dispuesto a que la Fiscalía lo investigue, porque en 32 años de servicio público no se ha robado un solo peso.

Por su parte, el coronel Andrés Rengifo, comandante del batallón 14 de Ejército Nacional, señaló que un grupo de campesinos realizó una asonada contra sus hombres tratándolos con palabras soeces e intimidándolos y pidió de los líderes sociales que digan quienes eran esas personas porque este caso ya fue denunciado a la fiscalía general de la nación.

El oficial advirtió que los soldados fueron agredidos y hasta les robaron los celulares, que los maltrataron de obra y palabra y los persiguieron por tres días, poniendo en riesgo la vida de los militares. Además, pidió de los representantes del consejo comunitario manos amigas si son de ellos o fueron enviados por ese consejo comunitario.

“Así quieran acabar con la doctrina militar, mientras el último soldado tenga a Dios en su corazón, pueden ponerle la doctrina que quieran al Ejército de Colombia, no lo van a lograr”,

El oficial también habló sobre las supuestas alianzas que denunciaron los campesinos.

“Que seamos serios con esas denuncias que son anómalas y que no son los comportamientos de la tropa, pero como no son capaces de hacer las denuncias con nombres propios todo se trata de una “verborrea”.

“En nombre del señor Jesucristo le pido que les perdone esa verborrea, en ese orgullo que los reprenda, que los santifique, que los purifique en todo ese odio y resentimiento que tienen en su corazón. Yo los perdono por todo lo que dijeron, yo no tengo ningún problema, afuera nos damos un abrazo, que mi Dios me los guarde pero que, si los entre en orden el señor todopoderoso”, precisó el oficial.

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