"Quemar a una persona es el peor de los crímenes": gobernador del Putumayo sobre ataque a soldados
Los soldados heridos fueron trasladados a Bogotá para recibir atención especializada, ya que tienen quemaduras en gran parte del cuerpo.
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En medio de lo ocurrido este miércoles en Putumayo, el gobernador del departamento, John Gabriel Molina, se pronunció sobre el ataque con gasolina perpetrado contra dos miembros del Ejército en el municipio de Villagarzón, en la vereda Siloé.
Lo calificó como un acto de "barbarie" y de terrorismo. En diálogo con Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, el mandatario local compartió detalles sobre el incidente, el estado de la seguridad regional y los complejos desafíos que enfrenta el programa de sustitución de cultivos ilícitos.
El gobernador Molina rechazó con "toda contundencia y dolor" los hechos ocurridos el 3 de septiembre en la vereda Siloé, donde el subteniente Miguel Ángel Mejía y el soldado profesional Sebastián Díaz fueron atacados.
Según le notificaron, el ataque ocurrió mientras los militares realizaban operaciones contra laboratorios de droga. Aunque todo se está investigando, aseguró que, de momento, se sabe que fueron 15 personas civiles, cuando hicieron una asonada y “rociaron gasolina sobre dos militares y, prendieron fuego".
Agregó que en esa zona operan los Comandos de Frontera bajo el mando de un cabecilla conocido como alias ‘Ronald’ y que las dos personas que cometieron el acto ya han sido identificadas.
Aunque el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó que no se trataba de civiles sino de "criminales y narcos", el gobernador se mantuvo apegado a la información que desde el Ejército le entregaron, reiterando que "eran personas civiles".
Ante este crimen, Molina fue enfático: “Sé en carne propia lo que significa el sufrimiento que deja la violencia. Por eso no puedo, ni podemos, como sociedad aceptar que en nombre de ningún interés se cometan actos de esta barbarie”.
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“Realmente, quemar a una persona es lo peor; el peor de los crímenes, un acto que hiere a todo el putumayo, que hiere al país. Hemos rechazado de manera contundente estos hechos de violencia y terrorismo”, añadió.
Más allá del ataque, reveló las profundas dificultades que enfrenta el plan de sustitución de cultivos en el departamento. A pesar de las "buenas intenciones" y "buenas estrategias", el gobernador señaló que "en la ejecución y el cumplimiento no se ha logrado cumplir".
Las cifras son alarmantes: mientras que en 2018 había aproximadamente 23.000 hectáreas de coca, hoy existen cerca de 54.000.
Molina identificó fallas críticas en la implementación de los programas, como la falta de coordinación y la entrega tardía de recursos. Puso un ejemplo claro de la mala planificación:
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“Proyectos como el tema de gallinas ponedoras; entregaban las gallinas y los pollos (...) y a los tres o cuatro meses se entregaban el concentrado”. Esta desorganización, según él, ha generado un "desgaste importante" y la pérdida de recursos.
El gobernador subrayó que la solución no radica únicamente en los diálogos de paz, sino en la inversión social.