“Ella me dijo que no le iba a alcanzar el tiempo, porque le tocaba ir a la frontera con Venezuela y que le tocaba bajar a Tibú, algo así”, dijo.
La religiosa reveló que en el momento en que hablaba con ella, un hombre se acercó a Hernández y ella lo saludó como si lo conociera desde antes.
Este miércoles, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) pidió respetar la vida de la periodista colombo-española y sus colegas Diego D'Pablos y Carlos Melo, quienes se teme que están en manos de una guerrilla colombiana.
"Repudiamos profundamente la grave violación a los derechos a la libertad de prensa, a informar y a la movilidad de los periodistas para poder realizar con eficiencia su oficio", se lamentó Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.