Con la pretensión de subsanar los hallazgos encontrados hace un año y avanzar en la recuperación de los indicadores de atención a los usuarios, la Superintendencia de Salud extendió por seis meses la intervención forzosa y administrativa al hospital Emiro Quintero Cañizares del municipio de Ocaña.
La decisión se adopta luego de evaluar los componentes asistenciales, financieros y jurídicos, en donde se evidencia que el hospital ha trabajado para abrir servicios especializados y atender la demanda en el territorio durante la época de pandemia.
En materia administrativa, el hospital presenta niveles superiores en facturación, pues hace un año el recaudado estaba cercano a los 6.100 millones de pesos y en 2021 llegó a un promedio de 7.700 millones de pesos mensuales, incluso, alcanzando hasta los 8.000 millones en marzo, abril, mayo y junio de este año.
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En la parte contractual la superintendencia hizo una revisión minuciosa de los diferentes procesos y ajustó el manual de contratación a la normatividad vigente.
Por todo esto se ordenó al agente interventor, Yamil Blel, ajustar el cronograma del plan de depuración contable y culminar cada una de las actividades que están establecidas para avanzar en la conciliación, depuración y recaudo de la cartera registrada y evaluar las condiciones de los servicios de salud que se encuentran tercerizados.
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