El bullicio habitual del centro de Ibagué se vio interrumpido por una escena de angustia.
Entre vendedores, transeúntes y el sonido constante del tráfico, una mujer indígena lanzó un grito desesperado, su bebé de apenas cuatro meses había desaparecido.
El reloj marcaba las 6:30 de la tarde cuando varias personas, con el desconcierto aún en el rostro, llegaron corriendo hasta el CAI Estación para alertar a la Policía sobre el presunto rapto.
Según los testigos, una mujer desconocida se había acercado a la madre con gestos amables y palabras de confianza. En cuestión de segundos, y aprovechando un descuido, tomó a la niña en brazos y se perdió entre la multitud.
“Llegan unas personas al CAI Estación donde dan a conocer del posible rapto de una menor de edad a una mujer indígena en la zona céntrica de la ciudad. De acuerdo a ellos, esto habría sido mediante la modalidad de engaño donde una mujer toma a la menor y huye del lugar. De inmediato las patrullas de vigilancia ubican a la madre de esta, así como en de labores de vecindario en el lugar de los hechos, logran identificar que la mujer toma un taxi y sale de este sitio", relató el coronel Diego Edixón Mora Muñoz, comandante de la Policía Metropolitana de Ibagué.
Las patrullas de vigilancia comenzaron una búsqueda contrarreloj, revisando parques, calles y cámaras de seguridad.
Las labores de vecindario dieron pronto sus frutos. Una llamada anónima advirtió que una mujer con un bebé había abordado un taxi rumbo al sector del parque El Mohán.
Minutos después, una patrulla logró interceptar el vehículo. En su interior, una mujer de 37 años sostenía a la pequeña en brazos.
La tensión dio paso al alivio. La menor, ilesa, fue entregada a funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y a la Comisaría de Familia, encargados de verificar su estado y garantizar el restablecimiento de sus derechos.
Mientras tanto, la capturada intentó justificar lo ocurrido con una versión desconcertante: aseguró que había “tomado prestada” a la bebé para mostrársela a unos familiares.
Sin embargo, las autoridades avanzan en la investigación para esclarecer sus verdaderas intenciones.
El coronel Mora Muñoz no dudó en resaltar el papel decisivo de la comunidad.
"Gracias a la rápida reacción ciudadana y a la coordinación de nuestros uniformados, se evitó una tragedia mayor”, afirmó.
El episodio, aunque breve en tiempo, dejó una huella profunda en el corazón de la capital tolimense.
En apenas unos minutos, Ibagué fue testigo de cómo la solidaridad y la acción conjunta lograron revertir una historia que pudo terminar en desastre.