El general retirado y ex vicepresidente Óscar Naranjo cuestionó con firmeza la participación de narcotraficantes en actos públicos promovidos por el Gobierno, como el evento realizado este fin de semana en La Alpujarra, Medellín, donde el presidente Gustavo Petro defendió el diálogo con grupos ilegales.
“Transparencia no significa darles tribuna y micrófono en un acto público y político a estas personas”, advirtió Naranjo en Mañanas Blu con Camila Zuluaga, a pesar de que reconoció que el país enfrenta una situación compleja en seguridad.
Por otra parte, para el general Naranjo, la situación que vive hoy el país en cuestiones de orden público no es comparable con la crisis de los años 90. Aún así, alertó sobre los riesgos de legitimar estructuras criminales bajo el pretexto de la paz: “Hoy los colombianos tenemos frente al Estado organizaciones que buscan legitimarse a través de gobernanza criminal, imponiendo reglas de comportamiento y protegiendo economías ilícitas”, aseguró.
Naranjo, quien lideró negociaciones en su momento con voceros del Clan del Golfo, dijo que los diálogos deben mantenerse bajo estrictos parámetros de confidencialidad y control. “Yo informaba al país sobre los avances o no de esas conversaciones. La transparencia se ejerce rindiendo cuentas, no dándoles vitrina”, sostuvo.
También se refirió a los altos costos políticos que, según él, ya enfrenta el Gobierno por permitir que la voz de los narcotraficantes se haga pública. “Se corre el peligro de que su sueño de participar en política, a pesar de sus fechorías, se materialice”, advirtió.
Sobre la llamada paz total, Naranjo la calificó como una política aspiracional pero mal planificada. “Desde el inicio dije que era una política maximalista, y prefiero eso al negacionismo, pero no estuvo acompañada de esfuerzos de la misma magnitud en planeación. Hoy vemos que de 11 mesas de negociación solo 2 funcionan, y no a plenitud”, afirmó.
Finalmente, el ex vicepresidente criticó la situación en zonas como El Plateado, Cauca, y recordó que sin presencia integral del Estado no habrá soluciones duraderas. “Los abandonos institucionales generan ingobernabilidad. No basta con las operaciones militares si la institucionalidad no llega”, concluyó.