Tras confesar falsos positivos ante JEP, militares denuncian persecución y amenazas

La Revista Semana señala que varios de los militares y sus abogados que se han presentado ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) para confesar delitos en casos de los denominados falsos positivos han sido objeto de amenazas, tras sus declaraciones ante los magistrados de reconocimiento de la justicia transicional.Le puede interesar: Capturan a coronel del Ejército en Valledupar acusado de falsos positivosSegún la publicación, los abogados también han sido objeto de intimidaciones y seguimientos. “La hija de uno de los defensores, que lleva varios de los casos más representativos, fue víctima de un intento de rapto cuando descendió del bus del colegio. La reacción del conductor de la ruta la salvó. La esposa de este abogado también esquivó el ataque de desconocidos que, con arma en mano, intentaron subirla a la fuerza a un carro”, señala el escrito.Semana revela que en total van 2.059 militares y policías que se han sometido a la JEP, el 95 % para rendir cuentas sobre falsos positivos.Luego de revelarse la directriz emitida por el comandante del Ejército Nacional, general Nicacio Martínez, en la que pedía duplicar todos los resultados, entre ellos capturas y desmovilizaciones, al igual que duplicar el número de bajas, varios militares señalan que fueron interrogados el pasado 22 de mayo por un grupo de uniformados al mando del general Eduardo Quiroz, comandante del Comando de Apoyo de Contrainteligencia del Ejército.Los interrogatorios fueron en la segunda división cuya sede es Bucaramanga. Los interrogados señalan que fueron víctimas de amenazas, al igual que sus familias, e incluso denunciaron que fueron seguidos e interceptadas sus llamadas telefónicas; a otros les llegaron sufragios amenazantes.En el escrito emitido por la revista se señala que varios de los soldados que denunciaron las ejecuciones extrajudiciales y hechos de corrupción fueron interrogados usando el polígrafo, pese a que el Ejército lo negó.Los soldados también denunciaron que en el último mes fueron trasladados más de 100 uniformados como represalia, algo que no es rutinario al interior del Ejército.Pero el comandante del Ejército, general Nicacio Martínez, respondió a la revista que todo “es falso” en el caso de posibles seguimientos a militares.“No he ordenado adelantar ninguna actividad de inteligencia o contrainteligencia en relación al tema”, señaló el oficial.Sobre los traslados de los militares, aseguró que es algo normal y que se realiza cada semestre al interior del Ejército.Además, el general Martínez señala que puede “garantizarle al país” que nunca emitió ni emitirá “ninguna instrucción que sea contraria a la Constitución y a la ley”.“Cualquier acto irregular que llegare a conocer lo informaré de inmediato a las autoridades competentes”, finalizó Martínez, al reiterar que hasta el momento no ha ordenado la investigación disciplinaria contra otros uniformados.Lea la nota completa en Revista Semana.