Se conoció un video en el que alias ‘Popeye’, fallecido jefe de sicarios del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar, le envía un saludo a Jhon Peña, alias ‘Jhonson’, uno de los tres hermanos cabecillas de ‘Los Peña’, una peligrosa organización que operaba en la localidad de Fontibón, occidente de Bogotá, y cuyos miembros fueron capturados en las últimas horas en un operativo liderado por la Dijín de la Policía y la Fiscalía.“Guerrero Jhon Peña, el capo de Fontibón. Yo soy ‘Popeye’, general de la mafia, alias ‘JJ’. Tienes todo mi cariño y mi respeto, guerrero”, dice en el video Jhon Jairo Velásquez, quien fue jefe de sicarios del Cartel de Medellín.De acuerdo con información de las autoridades, la investigación de 36 meses logró determinar que esta banda de delincuentes dedicada a la venta de drogas, extorsión, homicidios y piratería, operaba hace aproximadamente 40 años en el sector de Fontibón y sus integrantes hacían parte de su mismo entramado familiar.“Estas personas realizaban el tráfico de drogas en toda la localidad de Fontibón y allí cometieron algunos homicidios y amenazaban a algunas de sus víctimas con el fin de lograr el control territorial”, indicó el coronel Jorge Alexander Mora, jefe del Área Investigativa Anticorrupción de la Dijín.Durante el allanamiento para dar con la captura de estas personas, la Policía incautó 11 teléfonos inteligentes, un computador portátil, un arma de fuego con dos proveedores y 43 cartuchos, más de 355 gramos de marihuana, 522 gramos de base de coca y más de cinco millones de pesos en efectivo.Le puede interesar:
Ante la negativa de Roberto Escobar Gaviria, conocido como "El Osito", de entregar la residencia donde vive con su hijo y donde funciona un museo en honor a Pablo Escobar, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) en compañía de la Policía llegaron al inmueble ubicado en las últimas horas con el fin de materializar la orden de desalojo que le fue impuesta luego de que la Fiscalía la ocupara con fines de extinción de dominio en octubre del 2023.No obstante, Blu Radio conoció que dicho desalojo no se pudo materializar pues “El Osito”, quien no es propietario sino arrendatario de la casa museo, interpuso una tutela para frenar la diligencia y tendría intenciones de continuar pagándole a la SAE por vivir allí, propuesta que será analizada por la entidad en los próximos días.Otro de los motivos por los que se tuvo que aplazar la diligencia es que en la casa museo aún continúan todos los bienes y elementos que recuerdan al extinto narcotraficante.Cabe aclarar que esta lujosa vivienda, avaluada en unos 12 mil millones de pesos, al principio fue puesta a nombre de testaferros y luego de la muerte de Pablo Escobar quedó en cabeza distintas personas pero los registros públicos dicen que el título del predio es a nombre de una mujer, quien sería la propietaria.Le puede interesar:
La operación llevada a cabo por las autoridades para detener a Pablo Escobar, el delincuente más buscado en la historia del país, abarcó un periodo de 500 días, desde el 22 de julio de 1992 hasta el 2 de diciembre de 1993, fecha en la que 'el capo' fue abatido.A treinta años de este acontecimiento, Caracol Televisión transmitirá el domingo, 3 de diciembre, después de Los Informantes, el documental '500 días de Escobar, la vertiginosa caída del capo'. Este documental exhibe, a través de imágenes de archivo y testimonios de la época, todo el proceso de la captura del narcotraficante. Camilo Chaparro, periodista que en ese momento trabajaba en el periódico El Tiempo, y que siguió de cerca las atrocidades de Escobar, habló en Sala de Prensa Blu con Juan Roberto Vargas, sobre la cadena delincuencial que se encabezó el llamado capo."Son muchos los recuerdos y todos trágicas. Nunca se me olvidará el carro bomba en cerca el parque de la 93 con 15, donde ponen el carro bomba y llega un señor que parquea su camioneta y pasa al centro comercial que todavía existe ahí. Allí dejó a su hija menor, de cinco años en la camioneta y los bandidos, estos terroristas colocan el carro bomba al lado de la camioneta de él. Es una imagen que a mí nunca jamás he podré borrar nunca ningún, a mí me tocaron todos los carros bombas de Bogotá, todos, todos los cubrí del primero una noche en la 72 con Séptima frente a una pizzería que fue el que menos daño hizo, el del Minuto de Dios, el del centro internacional, todos", señaló.Chaparro también habló del momento en que se conoció la muerte del capo y mencionó la reacción de sus más acérrimos enemigos, quienes festejaron la muerte de Pablo Escobar, con la que, supuestamente, se acababa la guerra de horror y zozobra en el pías. Años después la historia dirá que solo se cambiaron los nombres."Hay un un recuerdo que nunca olvido y es que en esa época no habían celulares, no habían redes sociales, no había internet, no teníamos como entrar redes. Tenía el beeper de Gilberto Rodríguez Orejuela, que era el enemigo número uno de Pablo Escobar, y yo lo cubrí a él y nunca se me olvidará que como 10 minutos después de que la noticia se conoce, él me llama (...) Nunca se me olvida que él me llama llorando. Gilberto Rodríguez Orejuela me llama llorando y me dice esta frase me dice "Hoy le puedo decir que tengo la certeza que voy a morir de viejo y no asesinado. Acaba de morir mi peor enemigo". O sea, esa esa frase de ellos celebrando la muerte de su peor enemigo y reconfirma de la noticia. No se me olvida", señaló.Además, contó los detalles de la guerra que mató a cientos de personas víctimas de una guerra que, a 30 años de la muerte de Pablo Escobar, no da tregua. Chaparro les contó a los oyentes sobre el hecho que lo marcó en una época en la que los carro bomba, las bombas, los muertos y los atentados en el país eran cosa de cada día.Finalmente, el periodista entregó una reflexión sobre lo que ha pasado en Colombia tras la muerte del más temido narcotraficante del país y mencionó que, a pesar de la muerte de Escobar, la sociedad colombiana sigue sumida en una guerra de narcos y con la zozobra de salir a las calles."El problema es el mismo o sea, hoy es fácil mirar que estamos inundados de droga, que que el narcotráfico sigue en su mejor momento, sino la historia. La historia ha cambiado a los protagonistas, pero el hecho, el cáncer que ha dañado, que ha maldecido a Colombia, sigue ahí", dijo.Le podría interesar:
Las balas y el poder intimidatorio de la época más cruenta del narcotráfico en el país permearon múltiples realidades y escenarios de la vida nacional, situaciones para las que no fue ajena la justicia.La noche del 8 de abril de 1985, a la entrada de su casa en el barrio La Floresta, al occidente de Medellín, fue acribillado el magistrado Álvaro Medina bajo la mirada impotente de su esposa y su hijo Ricardo, quien para entonces tenía siete años."Yo estaba en la casa y vi desde la ventana, él llegó con mi mamá en un vehículo, descendieron y no no dijeron nada, simplemente empezaron a disparar y ahí fue donde lo acribillaron y terminaron su con su vida", recuerda Medina.El único pecado del magistrado fue haber actuado conforme a la ley en un caso que implicaba a Pablo Escobar y algunos de sus lugartenientes, ordenando una de sus primeras capturas."Estaba en el Tribunal Superior de Medellín, en la Sala Penal le asignaron un caso de Pablo Escobar y sus lugartenientes, él confirmó una detención contra estas personas y a partir de ese momento recibimos amenazas durante un año y al siguiente año fue asesinado", dice el hijo del magistrado..Junto a Álvaro Medina en un poco menos de una década fueron cientos los miembros de la Rama Judicial víctimas de la persecución y las balas asesinas del Cartel Medellín, una situación que trastornó los valores y puso en jaque a una institucionalidad resiliente, que a pesar de los defectos ha seguido allí.Viviendo a su vez han continuado los miles de familiares de las víctimas de esta tragedia quienes a pesar de un sentimiento de perdón con el pasado y de reconciliación siguen buscando justicia y reparación por el grave daño y dolor causado a sus vidas y las de sus seres queridos."Intimidó la justicia, intimidó el Estado, intimido al país, intimidó la sociedad, cambió los valores e inclusive ahora tantos años después, las víctimas seguimos reclamando justicia y a nadie le importa", puntualiza Ricardo Medina.La guerra del Cartel contra la justicia fue un capítulo amargo que dejó profundas cicatrices, imborrables, pero a la vez una sociedad resiliente y amante de su territorio en el que han decidido seguir construyendo todos los días mejores páginas para su historia.Vea también
En un relato que entregó a Noticias Caracol un sargento retirado, quien fue parte del Bloque de Búsqueda de la Policía, compartió detalles inéditos sobre la persecución al narcotraficante Pablo Escobar. El testimonio refleja el profundo dolor que aún persiste en aquellos que participaron en la cacería del capo colombiano, por los muertos que dejó esa hazaña. El testimonio continúa detallando las situaciones difíciles que enfrentaron durante la persecución, incluyendo la pérdida de compañeros y las impactantes escenas que presenciaron. A pesar de los recuerdos difíciles, el suboficial compartió una grabación realizada en el Museo de la Policía en Bogotá, donde se almacenan elementos clave de la operación.El sargento recordó que, a los 26 años, inició su participación como agente de inteligencia del Bloque de Búsqueda contra Pablo Escobar. Describió operativos en los cuales estuvieron cerca de capturarlo, pero donde un error estratégico permitió que Escobar se escapara.En uno de los relatos más impactantes, el suboficial narró el momento en que, finalmente, lograron ubicar a Escobar en una operación en la que él participó. Mientras se enfrentaban a los escoltas del narcotraficante, Escobar logró huir lanzándose desde una ventana hacia un techo adyacente.El sargento compartió detalles sobre la carta que encontraron en la hacienda Nápoles, donde una administradora advertía a Escobar sobre el riesgo de ser capturado. Pocos días después, recibieron una nueva alerta y, finalmente, ubicaron a Escobar en una casa. El enfrentamiento resultó en la muerte del narcotraficante, un momento que el suboficial describe como la "satisfacción del deber cumplido".Este relato arroja luz sobre la complejidad y los desafíos que enfrentaron las fuerzas de seguridad durante la persecución a Pablo Escobar. El Museo de la Policía Nacional en Bogotá preserva elementos clave de esta operación, incluyendo mapas, teléfonos interceptados y partes del lugar donde cayó el llamado "patrón del mal".
El general en retiro Óscar Naranjo fue director de la Policía Nacional, vicepresidente durante el Gobierno de Juan Manuel Santos y también hizo parte de la delegación que negoció el acuerdo de paz con la extinta guerrilla de las Farc. Naranjo publicó su libro "El derrumbe de Pablo Escobar. Las actas secretas de la persecución al capo hace 30 años", allí revela detalles sobre la caída del jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar."Me parece importante empezar a rescatar y a evitar que a lo largo de este tiempo se vaya desdibujando el heroísmo, el sacrificio y la tenacidad de muchos colombianos que estuvieron empeñados justamente en desmantelar el Cartel de Medellín y, por lo tanto, someter a la justicia a Pablo Escobar, eso es un libro que realmente quiero rendir tributo a los policías en todos los grados que estuvieron en esa tarea, pero también a los periodistas y los ciudadanos", señaló a Blu Radio el general (r) Naranjo.Este mes se cumplen 30 años desde la muerte de Pablo Escobar y por eso Naranjo también se refirió a las nuevas organizaciones y grupos que se dedican al narcotráfico."Hoy por poderosa que sea una organización narcotraficante o criminal no está en condiciones de poner en jaque la estabilidad institucional como sí lo hicieron los carteles de Cali y Medellín y yo diría que ahí hay un avance y la historia ha cambiado y hay una evolución del crimen y también una evolución de las capacidades estatales para enfrentar ese fenómeno, pero en la otra cara de la moneda estamos registrando que hay una evolución criminal que está caracterizada por una muy alta fragmentación de estructuras criminales", indicó el exdirector de la Policía Nacional.Por otro lado, aseguró que considera que se debe buscar una alternativa para abordar el tema del narcotráfico."En términos globales hay que reconocerlo también, a pesar de décadas de estar dando una batalla sobre un enfoque prohibicionista, que se ha ido adaptando a distintas épocas, lo cierto es que la evidencia muestra que ha crecido la producción de drogas, que ha crecido el número de drogas disponibles en los mercados, los consumidores, las muertes por sobredosis, la violencia asociada al tráfico y la producción, por lo tanto, yo creo que estamos entrando en una etapa donde un nuevo abordaje para superar el tema de las drogas es necesario", explicó el exvicepresidente.Le puede interesar:
Los operativos de las autoridades para capturar a Pablo Escobar, el criminal más buscado en la historia del país, duraron 500 días, desde el 22 de julio de 1992 al 2 de diciembre de 1993, el día en el que ‘el capo’ murió por una bala.Luego de 30 años de este suceso, en Caracol se transmitirá el domingo 3 de diciembre, luego de los informantes, el documental '500 días de Escobar, la vertiginosa caída del capo', en el cual muestra con imágenes todo el proceso de la captura del narcotraficante.En Mañanas Blu, con Camila Zuluaga, uno de los periodistas fuente para el documental y editor del periódico El Espectador Jorge Cardona dio detalles de este hecho histórico para el país y del material utilizado en el documental.“Es un ejercicio de memoria que hace el canal Caracol para recordar esos 500 días (...) El momento en que empieza la crisis en la Casa de Nariño, en el gobierno de Gaviria ante la necesidad de trasladar a Pablo Escobar a una cárcel en Bogotá”, afirmó.En el producto audiovisual se apela a la memoria e historia de los colombianos, puesto que relata cómo los medios de comunicación presentaron los hechos en ese momento, o también otras imágenes que se han compilado durante los años.“Lo que se trata de plantear es es una versión diferente, un poco a la versión oficial que se ha manejado durante los últimos treinta años”, contó.Recalcó que en los 30 años de historia han surgido varias versiones del fallecimiento de Pablo Escobar por una bala, donde “muchas confluencias distintas terminan con la vida del ‘capo’ en un tejado de una casa del barrio de Los Olivos, en la capital antioqueña”.En estas versiones resaltan tres: el disparo de Hugo Aguilar, que fue gobernador de Santander, después condenado por vínculos con el paramilitarismo; la familia de Escobar sostiene que se suicidó momentos antes de la captura; y el paramilitar ‘Don Berna’ en su libro argumenta que su hermano, alias ‘Semilla’, fue quien acabó con la vida del narco.Por último, recordó todas las acciones violentas que el ‘capo’ tomó contra el periódico El Espectador, como los asesinatos del director del periódico Guillermo Cano con un carrobomba, del abogado del periódico Héctor Giraldo Gálvez, de los gerentes en Medellín Marta Luz López, Miguel Soler y Hernando Tavera.“Todos esos sentimientos reunidos inducen a crear una edición lo más cercana a describir, sin mucho apasionamiento, lo que es la caída de uno de los grandes enemigos de la libertad de expresión en Colombia”, cerró la entrevista.Escuche la entrevista completa aquí:
Medellín, que fue durante una década la ciudad más peligrosa del mundo por la violencia del narcotráfico de Pablo Escobar, vive una transformación urbana, social y cultural para librarse de ese lastre sin olvidar su pasado ni las heridas de su etapa más turbulenta.Esta ciudad, la segunda de Colombia, que experimentó en la década de los 80 y comienzos de los 90 el terror de Escobar, comenzó tras la muerte del capo, el 2 de diciembre de 1993, un proceso de modernización que le ha permitido apartarse del estigma del narcotráfico y ser un referente regional.Era tal el poder del narcotráfico que en abril de 1988 el entonces alcalde de Nueva York, Edward Koch, propuso "bombardear Medellín", ciudad que en 1991 llegó a ser conocida como la urbe más violenta del mundo, con casi 400 homicidios por cada 100.000 habitantes.Según un estudio de Jorge Giraldo Ramírez, doctor en Filosofía de la Universidad Eafit, los descensos "más pronunciados" en la tasa de homicidios de la ciudad tienen como "precisos puntos de partida" la desarticulación del Cartel de Medellín y la muerte de Pablo Escobar."Ser ciudadano de Medellín en esa época no fue nada fácil. Se marcó una guerra entre el Estado y el Cartel de Medellín, y la sociedad civil quedó en medio de las balas y las bombas. Muchos de nuestros amigos fueron víctimas de esa barbarie sin hacer parte del conflicto", aseguró a EFE el expolicía Edison Vanegas Álvarez.Vanegas, ahora director de cine, es autor del libro 'Pablo: secretos de la cacería contra Escobar' con testimonios inéditos de miembros del Bloque de Búsqueda, la unidad especial de élite creada por el Gobierno de entonces para acabar con el capo.Inicios de la transformaciónTras los años del terror, la metamorfosis empezó para la ciudad con proyectos de infraestructura público-privada como el Metro de Medellín, inaugurado en 1995; el Metrocable (2004), un teleférico que conecta los barrios con el centro urbano; un tranvía y el sistema de bicicletas públicas EnCicla.Otros símbolos de la transformación son las escaleras eléctricas para subir las cuestas de la Comuna 13, uno de los barrios más violentos en la época de Escobar; los parques biblioteca y las intervenciones barriales conocidas como Unidades de Vida Articulada (UVA).La ciudad abrió además la Plaza Botero, una galería a cielo abierto con esculturas del artista Fernando Botero, y Ruta N, un centro de innovación y negocios que ha facilitado el asentamiento de compañías extranjeras y el fortalecimiento del tejido empresarial.Para el arquitecto Jorge Alberto Pérez, director del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín entre 2012 y 2015, una ciudad "prácticamente inviable" se convirtió en una urbe para la vida con un proceso de superación de crisis de la mano de la infraestructura, la planificación, el urbanismo y "una inmensa capacidad de resiliencia colectiva".Esa regeneración urbana hizo que Medellín fuera catalogada en 2013 como la ciudad más innovadora del mundo en el concurso "City of the Year", que organizan The Wall Street Journal y Citigroup.Memoria, arte y turismoEl subdirector del Museo Casa de la Memoria, Rafael Núñez Rodríguez, pondera la fortaleza de organizaciones sociales, defensores de derechos humanos, colectivos de víctimas y académicos para documentar lo sucedido y construir memoria, un terreno en el que "todavía falta mucho" en relación al propio Escobar como sujeto, al narcotráfico, el sicariato y "otros contextos favorables para el crimen"."Medellín es una ciudad fuerte, pero no solo en el sentido pujante, sino en una resistencia hacia la violencia del narcotráfico, del Estado y de actores como las milicias urbanas", dijo a EFE Núñez.El experto asegura que la mayoría de visitantes del museo son extranjeros que buscan saber más sobre Escobar, pero se encuentran con un espacio de reparación de víctimas que muestra a una Medellín "resiliente, que ha querido salir adelante y que tiene verdaderos luchadores sociales".Pese a que 30 años después de la muerte de Escobar su imagen se sigue vendiendo en 'souvenirs' o atrae turistas a los llamados "narcotours", Medellín se ha transformado en un destino de viaje y de agitación cultural con eventos como la Feria de las Flores, Colombiamoda y una nutrida agenda de conciertos, principalmente de reguetón.Según el Sistema de Inteligencia Turística (SIT), en la temporada que comienza este 1 de diciembre y concluye en la segunda semana de enero de 2024, Medellín recibirá más de 200.000 visitantes para disfrutar de sus alumbrados navideños y del festival de la cantante Karol G."Medellín ha pasado del miedo a la esperanza. Sin desconocer lo que hemos vivido, se muestra que Medellín también puede transformarse", resume el cineasta Vanegas.Le podría interesar:
En 1984 el juez Tulio Manuel Castro era el encargado de investigar el homicidio del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, y después de llamar a juicio al narcotraficante Pablo Escobar por su responsabilidad en esos hechos, fue asesinado en Bogotá.Cinco años más tarde, 12 funcionarios judiciales que investigaban la violencia en el Magdalena Medio, fueron asesinados por paramilitares en alianza con el narcotráfico y el Ejército haciéndose pasar como las Farc para perpetrar la masacre de la Rochela.Estos casos hacen parte de los 1.262 servidores y servidoras judiciales que terminaron siendo víctimas de la violencia por el narcotráfico, el paramilitarismo y la guerrilla, para tiempo después ser olvidadas por el Estado.Por esa razón, el Ministerio de Justicia escuchó por primera vez a las víctimas judiciales del conflicto armado para reconocer su condición tras sufrir homicidios, atentados, amenazas, desapariciones, exilio, entre otras violaciones a los derechos humanos.Uno de los casos recientes es el del juez Antonio José Escobar que en a finales de 2019 recibió amenazas por parte de ‘Los Caparros’, mientras ejercía sus funciones en el municipio de Vegachí, Antioquia.Durante el encuentro del Gobierno con las víctimas se identificó la ausencia de garantías judiciales, la falta de respuesta institucional y de protección para los sobrevivientes de la violencia y las familias de las víctimas.Le puede interesar "La expansión del narcotráfico en América Latina":
El presidente Gustavo Petro participó en la ceremonia de aniversario de los 132 años de la Policía Nacional y graduación de oficiales.Desde allí se refirió nuevamente a lo que considera el cambio en el mercado de la droga y las implicaciones que ello tiene para el orden público en Colombia.“Hoy tenemos una lucha en los campos donde los jefes de facciones armadas se han vestido, no de guerrilleros, sino de traquetos. Tienen aún la posibilidad de escoger si el camino de Camilo Torres o el de Pablo Escobar”, advirtió a los grupos armados el presidente Gustavo Petro.“El cañón del Micay se volvió un fortín de la economía ilícita con un cuerpo ilícito defendiéndola. Decidimos una operación contra esa fuerza, conquistamos las posiciones dominantes, retiramos de esas posiciones al Estado Mayor Central y vino una negociación política: quizás prematura, en mi opinión”, aseguró el mandatario.Explicó que “se les propuso que en lugar de entrar al poblado disparando, que lo abandonaran y que entráramos en transformar el Cañón del Micay en una economía lícita. Si eso lo logramos, las posibilidades de paz se abren en Colombia”.Le puede interesar "Laboratorios clandestinos están mezclando fentanilo con otras drogas; riesgo para los consumidores":
Este jueves en Voz Populi hablamos de los diferentes temas políticos nacionales e internacionales más importantes acompañados del humor característico de cada uno de nuestros personajes en el programa.
La influencer Aida Victoria Merlano se encuentra en un momento de reflexión y reajuste tras la ratificación de su condena por su participación en la fuga de su madre, la excongresista Aída Merlano, de un consultorio médico en Bogotá en 2019. El Tribunal Superior de Bogotá aumentó su pena de 7 a 13 años y ocho meses de cárcel, revocando la prisión domiciliaria que previamente se le había concedidoSemanas después de este fallo, Merlano ha compartido su experiencia y los cambios que ha enfrentado en su vida. Tras la condena, ha decidido desistir de la compra de una casa en la que había depositado grandes expectativas, así como poner en venta dos automóviles que representaban un sueño personal para la influecer. "Mi vida después de la condena evidentemente no volvió a ser la misma", expresó Merlano.La joven influencer, conocida por su presencia en redes sociales, ha manifestado su intención de encontrar sentido y significado en su vida, incluso desde la cárcel. Cuenta que ha buscado la forma legal de realizar un podcast desde su lugar de reclusión, destacando su determinación por mantener una rutina de ejercicio y preservar su esencia. Sin embargo, reconoce las dificultades y los sacrificios que enfrenta en este nuevo capítulo de su vida. Merlano reflexionó sobre las cosas que valora y las experiencias que extraña, como compartir una cama cómoda con su pareja, trabajar con sus mejores amigas y la libertad de moverse a su antojo. La joven influencer concluye su mensaje instando a valorar cada momento y afrontar los desafíos con determinación. Dice que está decidida a encontrar sentido y propósito en su vida.
La Policía Metropolitana Bogotá confirmó que ya fue separado de su cargo en la institución y puesto a disposición de las autoridades competentes el patrullero Brayam Steven Conde, adscrito a la Estación de Fontibón, y quien fue capturado en plena formación de la mañana de este jueves, 18 de abril, resaltando que tenía orden de captura del 13 de abril por apropiarse, presuntamente, de 15 millones de pesos que habían sido recuperados, por las autoridades.La orden de captura fue realizada por el fiscal 2405 penal militar y policial de conocimiento, quien también solicitó medidas de aseguramiento e imputación de cargos, resaltando que es sospechoso de quedarse con el dinero que había sido recuperado por la Policía después que fuera robado de una casa en la localidad de Fontibón.“El patrullero de la Policía Nacional Brayam Steven Conde Casas, teniendo la disponibilidad material de los elementos referenciados y conociendo sus deberes de custodia y puesta a disposición sobre ellos que requisó y verificó, decidió tomar parte del dinero apropiándose de 9 fajos de dinero, es decir, aproximándose 45 millones de pesos, dejando otra parte en la maleta y en todo caso, omitiendo, el cumplimiento de los actos propios de la función”, señalaron las autoridades mediante un comunicado de prensa.Después de que él se percataron que no estaban los $70 millones que habían sido reportados en el operativo, el patrullero fue confrontado, sacó un fajo de billetes de $50.000 que tenía guardado en su pantalón de, aproximadamente, $5 millones resaltando que seguían haciendo falta tres bajos que equivalen a 15 millones de pesos.En caso de que se demuestre que el uniformado es culpable de este hecho, podría pagar una pena que varía entre los 5 años 15 años de prisión.
La selección de Colombia, invicta en tres salidas, goleó este jueves por 3-0 a Bolivia y se clasificó para el hexagonal final del Campeonato Sudamericano Femenino sub-20, mientras que Bolivia se despidió del torneo con un pleno de cuatro derrotas, cero goles a favor y doce en contra.Karla Viancha y Gabriela Rodríguez, en dos ocasiones, anotaron los goles para mantener invicta a la selección colombiana, que cerrará la fase de grupos el próximo sábado contra Brasil.La colombianas fueron las absolutas dominadoras del encuentro, pues tuvieron el 80 % de la posesión del balón y realizaron 15 remates al arco, frente a uno solamente de las bolivianas.Tabla de posicionesTras ganar los tres primeros encuentros, Colombia es el líder del Grupo B con 9 puntos a la espera del resultado entre Venezuela y Brasil.El hexagonal final del Campeonato Sudamericano Femenino sub-20 otorgará cuatro cupos para el Mundial de la categoría, que se celebrará en Colombia entre el 31 de agosto y el 22 de septiembre.Al clasificarse para esta fase final Colombia, que ya tiene la participación asegurada por ser el anfitrión de la Copa del Mundo, solo uno de los seis equipos que concursen se quedará sin plaza para el Mundial.
Menos de una semana le tomó a las autoridades en el centro del Valle del Cauca, lograr el esclarecimiento de la muerte del dragoneante del Inpec, Alfredo Romo, quien fue asesinado en Buga, el pasado martes 09 de abril, en inmediaciones de la cárcel de este municipio.Tras un despliegue de la fuerza pública, se logró capturar a alias 'Arlex', señalado como el responsable de la muerte de este funcionario del INPEC."Es una persona que tiene en su haber muchos asesinatos, alias 'Arlex' ya está detenido y va a ir a la imputación ante el juez", aseguró la gobernadora Dilian Francisca Toro. Alias 'Arlex' sería miembro activo de la banda criminal 'La Inmaculada' la cual opera en Tuluá, y busca expandirse a otros municipios del centro del Valle como San Pedro, Andalucía y Riofrío, a este grupo se le atribuye las recientes amenazas que han recibido los trabajadores del Inpec, tras la orden de traslado de cárceles que dio el gobierno nacional, de sus principales cabecillas.