El paso de migrantes irregulares por la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Panamá y Colombia, creció un 85,6 % en 2022, en comparación con el año anterior, para llegar a la cifra histórica de 248.284, según datos del Gobierno panameño.La mayoría de los migrantes que cruzaron la selva en su camino hacia Norteamérica proceden de países de América del Sur, siendo Venezuela la nacionalidad predominante con 150.327 viajeros, seguida de Ecuador con 29.356; Haití con 22.435; Cuba con 5.961 y Colombia con 5.064, de acuerdo con las estadísticas publicadas este martes por el Servicio Nacional de Migración (SNM).Estas estadísticas muestran que por esta vía irregular pasan migrantes de más de 35 países de todo el mundo, entre ellos muchos asiáticos y africanos.El mes con mayor registro de migrantes fue octubre con la entrada de 59.773 personas, tras cuatro meses seguidos de aumento escalonado de llegadas.Después de que Estados Unidos aplicara a mediados de octubre pasado una nueva política migratoria para los venezolanos, que suponía un estatus legal a quienes llegaran por aire y con un patrocinador en ese país y excluía a quienes entraban por tierra, las cifras se desplomaron, al cruzar 16.632 personas en noviembre (solo 668 venezolanos).En diciembre hubo un leve repunte con un total de 20.297 cruces, la gran mayoría ecuatorianos (7.821), seguidos de haitianos (5.502) y venezolanos (1.374).UNOS 3.800 MIGRANTES CRUZARON EN 2023 Y DETECTAN BRASILEÑOSEl ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, aseguró que en estos primeros días del 2023 "casi 3.800 migrantes" atravesaron la mortal selva del Darién.Las nacionalidades que repuntan ahora son "Haití, Ecuador y Brasil", dijo Pino, que valoró que "lógicamente" y como ya se "ha dicho antes, la migración no va a parar y más cuando se ve estos cambios y problemas de seguridad, social, políticos y gobernabilidad en algunos países del Sur"."Las personas migran por naturaleza y Panamá solo es un país de tránsito. Vamos a resguardar nuestras fronteras, poner unidades del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en estos puntos de cruce, verificar a todo el que entre, porque Panamá es el único país que hace ese tipo de verificación", apuntó el ministro."Eso nos toca hacer, ser responsable en este tema en cuanto a seguridad y carácter humanitario", concluyó el líder de la cartera de seguridad.Panamá ha dicho que ha invertido al menos 50 millones de dólares desde 2020 en el operativo que desarrolla en las fronteras para tomar datos biométricos y ofrecer asistencia sanitaria y de alimentación a los migrantes en tránsito.Ante la crisis migratoria histórica del 2022, Panamá se vio obligado a solicitar ayuda a Estados Unidos y la comunidad internacional y a reiterar su pedido de que este fenómeno fuera abordado desde una perspectiva regional."Panamá es un país con pocos recursos y estamos apoyando con el regreso de venezolanos a su país. Solo en este año han pasado por Darién 206.000 migrantes, 170.000 de ellos venezolanos. Necesitamos apoyo de Estados Unidos", dijo en octubre pasado el presidente panameño, Laurentino Cortizo, durante un encuentro con congresistas estadounidenses.Le puede interesar:
Unos 243.681 migrantes irregulares han cruzado la peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, en lo que va de año en su camino hacia Norteamérica, según cifras oficiales divulgadas este viernes por la Cancillería panameña.Esta cifra, cuando faltan menos de dos semanas para cerrar 2022, es histórica y deja muy atrás la de 133.726 transeúntes que atravesaron el Darién en 2021, los 8.594 en 2020 - cuando las fronteras estuvieron cerradas a causa de la pandemia de la covid - y 30.055 en 2016, durante la crisis de migrantes cubanos.El éxodo venezolano ha liderado el flujo migratorio por el Darién, con 149.826 venezolanos, seguido de los ecuatorianos, 27.921, haitianos 20.000, y cubanos, 5.821, según la cifras actualizadas hasta este viernes.El movimiento migratorio por el Darién disminuyó de forma abrupta después que el Gobierno de EE.UU anunciara en octubre pasado una nueva política según la cual todo venezolano que entre a ese país habiendo cruzado de manera irregular la frontera de México y de Panamá, será expulsado a territorio mexicano.Además, los expulsados serán excluidos del programa que dará estatus legal en Estados Unidos por dos años a 24.000 venezolanos que lleguen en avión y con patrocinadores.En octubre, el mes con mayor tránsito de acuerdo con las cifras oficiales panameñas, cruzaron 59.773 migrantes, y en noviembre, tras la decisión estadounidense, 16.632 transeúntes."La migración nunca va a cambiar y nadie va a poder pararla", sostuvo este viernes la canciller panameña, Janaina Tewaney, durante una reunión con la prensa local y extranjera.Lo importante, añadió, "es que la misma sea organizada, planeada, respete los derechos mínimos de las personas, que se entienda que es un drama de ser humano y que no se utilicen rutas como el Darién"."Esa selva no es una ruta, es más un castigo al ser humano", expresó la ministra de relaciones exteriores.La peligrosa selva del Darién ha sido durante décadas utilizada por personas procedentes de todo el mundo que viajan de forma irregular hacia Estados Unidos, pese a los graves peligros que entraña por su entorno salvaje y por la presencia de grupos del crimen organizado.Las autoridades de Panamá, país que registra la cantidad de migrantes y ofrece albergues temporales, han solicitado en reiteradas ocasiones ayuda a la comunidad internacional para atajar el problema migratorio y enfrentarlo como un fenómeno regional.Le puede interesar
Panamá inauguró este viernes una estación temporal de recepción de migrantes irregulares en San Vicente, una localidad de la provincia del Darién, a la que este año ha llegado la cifra histórica de más de 220.000 viajeros en tránsito hacia Estados Unidos tras atravesar la peligrosa selva fronteriza con Colombia.La nueva instalación, una serie de edificios modulares, se levantó a un costo de 1,9 millones de dólares. Cuenta con 544 camas, agua potable, luz eléctrica, baños sanitarios, un tanque de reserva de agua, área de cocina y almacenamiento de alimentos, comedor y una clínica, informó el Servicio Nacional de Migración (SNM).Panamá es un país "solidario, humanitario y respetuoso de los convenios internacionales", y trabaja con organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef "para darle la mejor atención a los migrantes irregulares durante su paso temporal (por el país centroamericano) y que puedan tener una estancia de forma humana y digna", dijo la directora de Migración, Samira Gozaine."Agradecemos a todos los que han hecho posible culminar esta obra. Hay que atender las causas estructurales de la migración irregular", añadió la directora de Migración.En una entrevista en septiembre pasado, el entonces jefe de Misión de la OIM en Panamá Santiago Paz, dijo a Efe que esta organización ha brindado "cooperación técnica para la gestión y coordinación de albergues", como el desarrollo "de un manual de alojamientos temporales que pasó a ser política de Estado".Con este manual, "el Estado panameño cuenta con herramientas para ver cómo puede diseñar las nuevas estaciones de recepción migratoria cumpliendo los estándares internacionales y preservando los derechos de los migrantes", dijo Paz.En lo que va de año más de 220.000 migrantes irregulares han llegado a Panamá en su tránsito hacia Estados Unidos, indicó este viernes el Ministerio de Seguridad Pública.Se trata de una cifra histórica que refleja una "crisis humanitaria" que atañe a toda la región, ha dicho el Gobierno panameño.Panamá recibe a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratoria (ERM) donde toma sus datos y les ofrece alimentación y servicios sanitarios, en un operativo único en el continente que ha consumido al menos 50 millones de dólares desde el 2020, según las cifras oficiales.La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que decretó medidas a favor de los migrantes en mayo de 2020 debido al hacinamiento y los casos de covid en las ERM, visitó estas instalaciones en marzo pasado y posteriormente levantó las medidas ordenadas al país para garantizar los derechos a la salud y la vida de eso viajeros, informó en junio pasado el Gobierno.
En su viaje irregular hacia EE.UU. 32.488 menores, una nueva cifra histórica, cruzaron entre enero y octubre pasados la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Colombia y Panamá, la mitad de ellos menores de 5 años, alertó este sábado Unicef.Esa cifra es un 10 % mayor que la totalidad de menores que recorrieron el año pasado a pie el trayecto selvático, de 266 kilómetros.Además, el número de adolescentes migrando no acompañados se ha cuadruplicado en comparación con 2021 para sumar "alrededor de 900 adolescentes frente a los 200 de 2021.Los menores que atraviesan la selva están expuestos "a múltiples formas de violencia, incluyendo el abuso sexual, tráfico y explotación, así como a la falta de agua segura y alimentos, picaduras de insectos, ataques de animales salvajes y el crecimiento súbito de ríos", recalcó el ente de las Naciones Unidas."Los niños y niñas menores de 5 años, quienes representan el 50 % de la niñez migrante, son particularmente vulnerables a la diarrea, deshidratación y otras enfermedades. Adicionalmente, el estrés y el peligro asociados con esta travesía deja a muchos niños y niñas en riesgo de trauma emocional", destacó Unicef.Las cifras de menores y adolescentes migrantes se registran al tiempo que bate récord la migración irregular por el Darién, con 211.355 viajeros en los 10 primeros meses de este año, un número sin parangón, de los cuales el 70,1 % eran venezolanos, la nacionalidad que impulsó este año la ola migratoria hacia Estados Unidos, según cifras oficiales panameñas.Panamá acoge a los viajeros en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en sus fronteras con Colombia y Costa Rica, les toman datos biométricos y les ofrecen servicios médicos y alimentación, en un operativo único en el continente que ha consumido al menos 50 millones de dólares desde 2020 según los datos oficiales."La violencia, la pobreza y la esperanza por encontrar mejores condiciones de vida empujan a las familias con niños a abandonar sus hogares y enfrentar amenazas en áreas inhóspitas como el tapón del Darién", dijo la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Hannan Sulieman, durante una visita a la ERM de Lajas Blancas, en la provincia panameña de Darién.Sulieman señaló que "en Panamá, como en muchos otros países, el incremento acelerado en el número de niños migrando sobrecarga la capacidad del Estado para proveer servicios básicos de respuesta a sus necesidades específicas", por lo que "Unicef hace un llamado a todos los gobiernos a tomar acciones para proteger a la niñez migrante, sin importar su origen".Unicef informó que ha incrementado su presencia de uno a cinco centros de recepción de migrantes en las fronteras con Colombia y Costa Rica, y en la Ciudad de Panamá."En los centros, Unicef provee agua segura para beber, implementos de higiene personal, atención psicosocial y servicios de salud materno-infantil para miles de niños y niñas y mujeres embarazadas en movilidad, así como a las comunidades de acogida que viven en pobreza extrema", afirmó la representante del ente de la ONU en Panamá, Sandie Blanchet.Esta presencia y acción de Unicef es posible gracias a los "donantes, el Gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea, y en estrecha colaboración con el Gobierno de Panamá y nuestros socios", agregó Blanchet.Escuche el podcast “Zorros y Erizos” y conozca cómo ha sido la oposición de Álvaro Uribe en los 100 días del Gobierno de Petro:
La peligrosa selva del Darién, la frontera natural entre Colombia y Panamá, fue cruzada en octubre pasado por 59.773 migrantes irregulares en tránsito hacia EE.UU., una cifra mensual sin precedentes, indicaron datos del Servicio Nacional de Migración (SNM) panameño.Entre enero y octubre, llegaron a Panamá en total 211.355 viajeros irregulares, un número sin parangón, de los cuales el 70,1 % o 148.285 eran venezolanos, la nacionalidad que impulsó este año la ola migratoria hacia Estados Unidos.Las autoridades panameñas han asegurado que el flujo de venezolanos se redujo "drásticamente" luego de que el pasado 12 de octubre el Gobierno estadounidense anunció que todo nacional de Venezuela que entre a EE.UU. habiendo cruzado de manera irregular la frontera de México y de Panamá será expulsado a territorio mexicano.Además, los expulsados serán excluidos del programa mediante el cual Estados Unidos dará estatus legal por dos años a 24.000 venezolanos que lleguen en avión y con patrocinadores.El Darién, un trayecto de 266 kilómetros, es utilizado desde hace décadas como vía irregular por personas procedentes de todo el mundo que viajan hacia Estados Unidos, en un negocio ilegal que involucra a grupos del crimen organizado y que no está exento de peligros como morir a manos de los criminales o por los rigores de la naturaleza.Panamá acoge a los viajeros en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en sus fronteras con Colombia y Costa Rica, les toman datos biométricos y les ofrecen servicios médicos y alimentación, en un operativo que ha consumido al menos 50 millones de dólares desde el 2020 según los datos oficiales.¿Cuántos niños migrantes cruzan el Darién?En esta ola migratoria hay familias enteras con niños e incluso bebés. Según los datos panameños difundidos este lunes, el 15,3 % o 32.488 migrantes irregulares del total de más 211.000 que cruzaron la selva este año eran menores de edad.Esa proporción sube al 18,2 % en el caso del flujo migratorio de octubre pasado, cuando los menores que llegaron a las ERM sumaron 10.910."Es uno de los años con mayor incremento de personas de tránsito en el Darién, particularmente de niños, niñas y adolescentes", dijo en octubre pasado a EFE la oficial de Protección Infantil de Unicef, Margarita Sánchez.Este año además se ha triplicado el número de menores y adolescentes no acompañados y separados. Hasta el 22 de septiembre se contabilizaban 618 frente a los 205 de todo el año anterior, agregó la funcionaria del ente de las Naciones Unidas.¿Quiénes cruzan el Tapón del Darién?Así como "el flujo de venezolanos ha disminuido considerablemente (...) hay otras nacionalidades que estamos viendo que están aumentando, por ejemplo, Haití y Ecuador, y estamos muy pendientes de eso", afirmó el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, el pasado 3 de noviembre.De acuerdo con los datos de la oficina de Migración panameña, la segunda nacionalidad que más cruzado el Darién este año son los ecuatorianos, 15.185 o el 7,1 %, seguido de los haitianos (5,8 %); cubanos (2,36 %), colombianos (2,2 %) e indios (1,19 %).Le puede interesar:En octubre pasado se registró un alza importante en el número de ecuatorianos, que sumaron 8.487, la cifra más alta del año y lejos de los 2.594 de septiembre, los 1.581 de agosto y los 883 de julio.El resto de migrantes irregulares procedieron de una treintena de países, especialmente africanos y asiáticos.Muchos de los venezolanos y haitianos proceden de segundos o terceros países, como Colombia, Ecuador, Perú, Chile o Brasil, en los que ya se habían establecido o al menos lo habían intentando.Escuche el podcast “Zorros y Erizos” y conozca las posibles causas por las que se cayó el impuesto a las iglesias en la reforma tributaria:
Más de 4.000 migrantes irregulares venezolanos han retornado de forma voluntaria a su país desde Panamá en las últimas semanas, muchos ayudados con donaciones de iglesias y particulares, ya que los viajeros deben costearse el boleto aéreo, afirmaron este miércoles las autoridades."A través de 24 vuelos 'humanitarios' han salido de Panamá más de 4.000 (migrantes venezolanos) que han sido retornados de manera voluntaria a su casa, y aun así teníamos ayer (martes) casi 1.000 personas en el albergue de Veranillo", en la capital panameña, dijo la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine.Este refugio, un galpón sin facilidades, fue habilitado por la embajada de Venezuela para acoger a los connacionales que renunciaron a su meta de entrar a EE.UU. luego que ese país anunció, el pasado 12 de octubre, una nueva política migratoria para los venezolanos que dejó prácticamente sin posibilidades a las decenas de miles de ellos que caminaban hacia Norteamérica.Es así como migrantes venezolanos que ya habían llegado a México, la frontera sur de Estados Unidos, o que estaban en tránsito por Centroamérica, se están devolviendo a Panamá, muchos pensando que desde este país pueden viajar gratis a Venezuela, lo que es "falso", como han insistido las autoridades panameñas."En los vuelos creo que se ha gastado más de 1 millón de dólares entre las personas que pagan sus propios vuelos. Creo que hay que resaltar que ha habido muchos donantes (...) venezolanos y muchos panameños. La iglesia adventista nos ha estado ayudando, la católica" también, dijo Gozaine a la cadena local TVN.La embajada de Venezuela gestiona el retornoEl SNM dijo este miércoles en un comunicado "que no tiene relación o nexo alguno con la venta de pasajes aéreos para los migrantes" que están en el refugio de Veranillo", y que esa gestión la "está realizando la embajada de Venezuela"."Las aerolíneas interesadas en vender estos pasajes acuden al refugio con el visto bueno de la embajada del país suramericano"."Se han recibido donaciones de pasajes por parte de organizaciones y entidades religiosas, como es el caso de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que pagó tres vuelos", una gestión "que se ha dado directamente entre la organización, grupo o iglesia donante con las líneas aéreas", añadió el SNM.En sus declaraciones la televisión local, la directora de Migración reveló que la Cancillería de Panamá "ha estado interviniendo para que Venezuela retorne a sus ciudadanos sin ningún costo, en aerolíneas del Estado, que permita que ellos se vayan con sus propias aerolíneas hasta Venezuela".Por Panamá han transitado este año más de 210.000 migrantes irregulares en su viaje a EE.UU. y que llegaron al país tras cruzar la peligrosa selva del Darién, la frontera natural con Colombia. Más del 70 % de ellos son venezolanos, según los datos oficiales panameños.Cortar cabello o pedir una colaboración para completar el pasajeEn una barbería improvisada a pocos metros del refugio capitalino, Rafael Arocha, un venezolano de 21 años, cortaba este miércoles el cabello a un hombre a cambio de tres o cuatro dólares. La idea es recoger alrededor de 260 dólares que cuesta el boleto de regreso a casa.Arocha cuenta a EFE que en su país era mototaxista. Salió de Venezuela el 30 de septiembre, atravesó el Darién, algo que "nunca más" volverá a hacer, y logró llegar a México, pero se devolvió "sin plata ni nada" después de que EE.UU. cerró la frontera a los venezolanos."Lamentablemente nos cerraron las puertas, ya no hay nada que hacer (...) de verdad necesito irme" a Venezuela, expresó.Orlando Saavedra, 31 años, pedía este miércoles en un semáforo una "colaboración" para completar el costo del pasaje de regreso a su natal Venezuela."Nos dicen (en el refugio) que busque la manera de conseguir dinero, que un familiar que esté afuera que nos mande. Hemos tenido la iniciativa de salir a las calles para pedir una colaboración y no nos dejan. Viene Migración en un autobús y nos suben", relató Saavedra, que ya ha recogido la mitad del costo del boleto.Agregó que llegó al refugio el pasado 4 de noviembre, pero que sabe de gente que está allí desde hace más de dos semanas: "Están sacando (en vuelos de repatriación voluntaria) a mujeres con niños, pero a los hombres los dejan", afirmó. Le puede interesar:
El Gobierno de Panamá dijo este jueves que se está registrando un aumento del flujo de migrantes irregulares haitianos y ecuatorianos que llegan al país tras cruzar la selva del Darién, la frontera con Colombia, en su viaje hacia Estados Unidos.Si bien "en la última semana el flujo de venezolanos ha disminuido considerablemente (...) hay otras nacionalidades que estamos viendo que están aumentando, por ejemplo, Haití y Ecuador, y estamos muy pendientes de eso", afirmó el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, sin más precisiones.Panamá, adonde llegan tras cruzar la peligrosa jungla del Darién procedentes de Colombia, registra más de 210.000 migrantes en tránsito hacia EE.UU. este año, una cifra sin precedentes. Más del 70 % son nacionales de Venezuela y el resto de una treintena de países de África, Asia y América.Panamá tiene estaciones de recepción migratoria (ERM) en su fronteras con Colombia (sur) y Costa Rica (norte), donde toma los datos biométricos de los migrantes y ofrecerles servicios sanitarios y de alimentación, un operativo que ha consumido más de 50 millones de dólares desde 2020 según los datos oficiales.Las autoridades han reportado una bajada sustancial del flujo de venezolanos después de que Estados Unidos anunció el pasado 12 de octubre que todo venezolano que entre a ese país habiendo cruzado de manera irregular la frontera de México y de Panamá será expulsado a territorio mexicano.También quedarán fuera de un programa estadounidense que otorga estatus legal por dos años a 24.000 nacionales de Venezuela que cuenten con un patrocinante y lleguen por avión.Cortizo valoró como "importante" que el pasado martes las autoridades migratorias de Panamá, Costa Rica y Colombia, además de representantes de Estados Unidos, se hayan reunido en la capital panameña para abordar la actual crisis migratoria.El jefe de Estado explicó que ha pedido a sus funcionarios que estas sean "reuniones que se aprovechen, que sean francas y no protocolares (...) reuniones muy directas", a fin de hallar salidas para "un tema en el que tienen que involucrarse a muchos otros países".Centroamérica ha sufrido varias crisis de migrantes irregulares: de cubanos entre 2015 y 2016; de haitianos en 2021, y este 2022 de venezolanos, todos huyendo de crisis en sus países y con la intención de llegar a EE.UU.En la cita del pasado martes, los funcionarios de Migración formularon un llamado a la comunidad internacional, "destacando la importancia de cerrar los pasos informales, que lleven al ingreso de migrantes irregulares a territorio panameño", señaló un comunicado del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg) de Panamá."Fueron evaluadas varias propuestas en esta reunión, lo más importante es que los Estados presentes estuvieron de acuerdo en el establecimiento de rutas seguras y formales que ayuden a combatir el tráfico ilícito de migrantes, la trata de personas y (...) salvaguardar la seguridad" tanto de los migrantes como de los nacionales de cada país", indicó el comunicado.Agregó que se acordaron además siete puntos -todos sobre acuerdos ya suscritos en materia migratoria- sobre los cuales se establecerá la hoja de ruta para la segunda reunión entre los representantes de los cuatro países, que tiene como fecha de realización el 9 de noviembre próximo, en un lugar no precisado.Le puede interesar: 'Bamm podcast'
El último mensaje de María llegó de madrugada: "salimos ya (a) agarrar la lancha". Viajaba con su madre y esposo desde la isla de San Andrés a Nicaragua, para luego emprender camino a Estados Unidos como tantos de sus compatriotas venezolanos.Nunca más se supo de ellos.María Zamora, de 37 años y embarazada de cinco meses, viajaba con su madre, Noris López (72), su esposo, Carlos Arrieta (40), y otros diez migrantes venezolanos, incluido un niño de siete años.El último contacto fue al embarcar, el 12 de octubre de madrugada, apenas horas antes de que la administración Biden anunciara que deportaría a México a todo venezolano que cruce la frontera terrestre de forma ilegal. En menos de un año, unos 150.000 han llegado hasta la frontera estadounidense, pidiendo asilo."Si hubiera sido antes, quizás ellos se frenan y dicen 'qué vamos a hacer allá', paraban para decidir qué hacer", dice a la AFP su tío Danilo Zamora, que no pierde la esperanza de que estén vivos.ItinerarioLa familia de María optó por tomar una lancha desde San Andrés y evitar así cruzar a pie el Tapón del Darién, un corredor selvático de 266 km entre Colombia y Panamá, descrito como un infierno por su geografía inexpugnable y la amenaza de grupos armados.No es barato el viaje en lancha: 1.500 dólares por persona; los niños, 1.000. De San Andrés, 150 km a Corn Island en Nicaragua, y de ahí en otra embarcación a tierra firme."Vendieron carros, una casita y con eso, y la ayuda de sus hermanos, completaron", señala Danilo, que asegura no obstante no tener mayor detalle del presupuesto.María y su familia partieron una semana antes de desaparecer: viajaron en auto de Maracaibo (Zulia, oeste) a Riohacha (Colombia), donde tomaron un avión a Bogotá y luego San Andrés. Cuenta Danilo que el zarpe se atrasó en varias oportunidades por las condiciones del tiempo.María, Noris y Carlos compartían fotografías posando en el hotel, con chalecos salvavidas nuevos que compraron antes del viaje.Le puede interesar:BúsquedaLa Armada colombiana mantiene una "búsqueda activa", que se extenderá por 30 días. Hasta ahora no han tenido éxito.Octavio Gutiérrez, jefe del comando de San Andrés y Providencia, señala que conocieron primero del caso por denuncias en redes sociales y que solo después un allegado de uno de los pescadores confirmó el zarpe."Como salen de forma clandestina no sabemos en dónde se pudo haber presentado el siniestro", explica a la AFP. "Y la zona es realmente gigante".Pero en dos semanas, sigue, "si hubiera zozobrado, (los cuerpos) hubieran llegado a costa" en Nicaragua o Costa Rica. "No sabemos si llegaron a alguna parte no habitada, que esté lejos de cualquier medio de comunicación. Hay muchas hipótesis, por eso la importancia de mantener la búsqueda".Otras embarcaciones en estas rutas del Caribe fueron alertadas, al igual que las autoridades de Costa Rica, Honduras y Nicaragua.Gutiérrez alerta del peligro de esta ruta ilegal, que indica comenzó a ser usada en abril, pero se disparó en junio, a medida que llegaban los testimonios terroríficos del Darién, por donde este año han pasado unos 185.000 venezolanos.Son embarcaciones sin sistemas de navegación ni condiciones para enfrentar el fuerte oleaje de la ruta.Zarpes diariosLa Armada detectó una caída en los viajes. Gutiérrez estima que es por la disposición estadounidense.Aunque la oferta continúa."Las embarcaciones salen prácticamente todos los días", dice un hombre que coordina zarpes en San Andrés. "Todo lleva su respectiva seguridad, su chaleco y todo. Lo único ilegal es ante las autoridades".Y minimiza los riesgos. "Todo en la vida es peligroso mi viejo: aviones se caen, embarcaciones se hunden".Danilo trata de mantenerse optimista, a medida que conecta con autoridades de varios países buscando noticias. "Hasta que no aparezcan los cuerpos, hay esperanza", repite, corrigiéndose cada vez que se refiere a su familia en tiempo pasado.Dos semanas han transcurrido y nada desde aquel "salimos ya (a) agarrar la lancha" por WhatsApp.Escucha el podcast El Camerino:
Panamá no permitirá la entrada a los migrantes venezolanos irregulares que viajen desde el norte hacia el sur del continente, como muchos pretenden hacer luego de que Estados Unidos les cerró la frontera terrestre, advirtieron este domingo las autoridades panameñas."Todas esas personas (venezolanas) que pasaron frontera" en su camino hacia Norteamérica y pretendan regresar por ese mismo camino "requieren visa autorizada para ingresar a Panamá, y no se les está autorizando ingresar por las fronteras de Costa Rica" si no la tienen, dijo este domingo la directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine.Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica desde el sur y este año ha transitado por su territorio la cifra récord de 204.986 migrantes irregulares en su viaje hacia Norteamérica que entraron por la peligrosa selva del Darién, la frontera con Colombia. El 71,8 % de ellos son nacionales de Venezuela, según cifras oficiales. Los migrantes irregulares que viajan hacia el norte son recibidos en Panamá en estaciones de recepción migratoria (ERM) situadas en la frontera con Colombia y con Costa Rica, donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica.Panamá, recordó la funcionaria, exige "visa autorizada" a los ciudadanos venezolanos para que puedan ingresar a este país, una medida que está vigente desde 2017, cuando se estableció a los nacionales de Venezuela el requisito migratorio de visa estampada.La directora de Migración señaló que "es falsa la información que les están dando" a los migrantes irregulares venezolanos "de que se les está permitiendo ingresar (a Panamá desde el norte) y que aquí los vuelos (de repatriación voluntaria) son gratis"."Cada persona está pagando su tiquete y solo estamos haciendo" posible este viaje de repatriación voluntaria "para aquellos (migrantes irregulares venezolanos) que han entrado dentro del flujo irregular que viene de sur a norte", añadió.VENEZOLANOS BUSCAN UN BOLETO DE AVIÓN PARA REGRESAR A SU PAÍSAnte la ola de venezolanos viajando hacia EE.UU., el Gobierno de Joe Biden anunció el pasado 12 de octubre una nueva política para esta nacionalidad: todo el que llegue a ese país tras haber cruzado irregularmente la frontera de Panamá o de México será expulsado de inmediato a territorio mexicano.Es así que varios centenares de migrantes venezolanos que están en Panamá han expresado su voluntad de regresar a su país. Y hay información de que muchos de ellos pretenden viajar desde otros países centroamericanos y México hacia territorio panameño para tomar un vuelo acá o volver a cruzar el Darién. También le puede interesar:
La canciller panameña, Janaina Tewaney Mencomo, dijo este viernes que el flujo de migrantes irregulares que atraviesan a pie la peligrosa selva del Darién, fronteriza con Colombia, disminuyó tras la reciente medida de Estados Unidos de cerrar el paso a venezolanos sin papeles.La funcionaria declaró en conferencia de prensa que el martes pasado el número de personas que atravesaron a pie esa inhóspita zona selvática fue de 2.665, al día siguiente 1.522 y el jueves 1.213."Pareciera que el flujo va a la baja", señaló la canciller -quien asumió el cargo el 10 de octubre- después de una reunión con autoridades del Ministerio de Seguridad, el Servicio Nacional de Migración y el Servicio Nacional de Frontera.De acuerdo con datos del Ministerio de Seguridad, entre enero y la semana pasada habían llegado a territorio panameño, tras cruzar el Darién a pie desde Colombia, 184.433 migrantes irregulares, de los cuales 133.597 eran venezolanos, 9.892 haitianos y 9.606 ecuatorianos.La cifra supera todo el 2021, cuando unos 133.000 migrantes pasaron por la jungla panameña, principalmente de Haití. En ese año solo 2.800 eran venezolanos.La semana pasada, Estados Unidos cerró la puerta a los migrantes de Venezuela que hayan atravesado ilegalmente Panamá y México, y solo aceptará a 24.000 con permiso previo que lleguen vía aérea y que tengan un patrocinador en suelo estadounidense.Tewaney Mencomo señaló que, tras la nueva orden, 435 venezolanos retornaron por avión a su país de manera voluntaria, a los que se sumarán otros 200 entre viernes y sábado con la ayuda de la embajada de Venezuela en Panamá.Para abordar la crisis migratoria, se espera que la próxima semana la canciller se reúna con sus homólogos de Colombia y Costa Rica, aunque hasta el momento no se brindaron detalles sobre la fecha y el lugar del encuentro.La intención es "iniciar una agenda de coordinación para tener una estrategia regional en conjunto de acciones concretas para que el problema o la crisis humanitaria pueda ser resuelta", declaró la funcionaria.Abogó además por "movilizar recursos para establecer la democracia y la gobernabilidad" en los países de origen para resolver el problema de la migración irregular que afecta la región.
Turistas, comerciantes y empleados de Provenza y Parque Lleras en Medellín, insisten en que persiste la mendicidad de comunidades indígenas, con menores de edad, a pesar de los operativos adelantados por las autoridades.Aunque en las últimas horas la Alcaldía de Medellín, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Policía Nacional han hecho operativos la comunidad, los turistas y los comerciantes de la zona exclusiva de la ciudad, advierten que por cada esquina o aceras que se pase, se observa una mujer indígena con un niño en brazos con fines lucrativos, por lo que advierten que la problemática está lejos de terminar, según relató Marcela Velázquez, una de las comerciantes del sector.“La verdad todos los días es frecuente ver a las indígenas pidiendo con los niños, a los venezolanos, eso se ve sobre todo con los extranjeros por acá pidiendo plata”, relató.Gloria Garzón, turista bogotana que está de visita por la ciudad también ha sido testigo de la problemática: “Pues si, muchos niños en las calles con su mamá, están viviendo, durmiendo y los por ahí en abandono”.En el último operativo realizado para combatir y controlar la mendicidad, el equipo interdisciplinario identificó un total de 26 menores de edad en posible estado de vulneración, varios de ellos pertenecientes a la población indígena que frecuenta El Poblado.Ante estos resultados, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero fue enfático en catalogar el uso de los menores de edad para pedir dinero como un delito.“Las personas que utilicen niños para pedir plata eso es instrumentalización de menores, esos niños que deberían estar en los colegios y que estas personas así sean indígenas los utilizan para pedir plata, deben pasar a buen manejo del Icbf”, aseguró el mandatario local.Por último, el alcalde Quintero pidió a los adultos responsables de estos niños que acaten las normas, incluyendo la que prohíbe la instrumentalización de las niñas, niños y jóvenes.
En próximos días comenzará a funcionar en Bucaramanga un moderno sistema de cremación de mascotas que cumple con todos los estándares nacionales e internacionales solicitados por las autoridades para la prestación de los servicios funerarios para perros y gatos.“Desde hace cuatro años comenzamos a ofrecer servicios funerarios para las mascotas en Santander. Sabemos lo sensible que es el tema cuando mueren nuestras mascotas. Eso genera un problema para las familias que acogieron al perro o al gato como un integrante más. Por eso decidimos construir un sistema de cremación que cumple con todas las especificaciones de salubridad y ambientales. La idea es ofrecer un servicio completo para acompañar a nuestras mascotas hasta el último momento después de su muerte”, manifestó a Blu Radio, José Mauricio Martinez, gerente de Jardines La Colina, empresa que tiene 51 años de experiencia en temas funerarios.Manifestó el empresario que en la parte sur del Parque Cementerio La Colina, ubicado en la vía a Lagos del Cacique, se encuentra la sede construida “para despedir a nuestras mascotas”.“Nosotros le entregamos las cenizas de la mascota a la familia que se encargará de su destino final. En nuestro club de mascotas hay más de 1.000 animales afiliados. Por el momento no estamos ofreciendo el servicio de bóveda”, aseveró el gerente de Jardines La Colina.Este es el primer sistema de cremación certificado en Santander para el manejo funerario de mascotas que mueren en el departamento.
Terminaron la reunión sobre las 10:00 a.m. los representantes de los conductores de buses de servicio público del municipio de Soacha con el alcalde del municipio, Juan Carlos Saldarriaga, en la que estaban buscando soluciones respecto al cese de actividades indefinido que comenzaron este martes 31 de enero sobre las 4:00 de la mañana.¿Qué decidieron? Terminaron el paro de los conductores de buses en Soacha, acordando una tarifa de $2.500 provisional mientras que los transportadores le definen a la administración municipal los parámetros y argumentos para que esta se mantenga o se modifique, a través de una mesa de diálogo que estará instalada hasta el próximo viernes.“Después de esta mesa el primer acuerdo es que las tarifas se van a mantener como ellos las tienen hoy que es el corredor Urga o Bogotá - Soacha $2.500 y el servicio urbano $1.300. Tenemos desde hoy una mesa técnica de trabajo para soportar de dónde sale esta nueva tarifa”, indicó Juan Carlos Saldarriaga, alcalde de SoachaEl próximo viernes, 3 de febrero, de acuerdo con el alcalde, quedará definida la tarifa fija de transporte que regirá en Soacha, soportada en la norma y la ley que establece cuáles son los parámetros para la estructura tarifaria de servicio público para los usuarios en Soacha.Cristina Bustos, representante de los conductores de servicio público, indicó que la Alcaldía debe tener en cuenta los incrementos que han tenido los insumos como la gasolina, las llantas, los aceites y demás elementos que necesitan para seguir funcionando. Además, destacó que en ningún momento están imponiendo tarifas abusivas, ya que el incremento que hicieron ellos fue basado en los incrementos que se aplicaron en las tarifas de transporte de TransMilenio.
En La Mojana podría haber acuerdo este martes para que se levante la protesta sobre el puente San Jorge, entre Caucasia y Planeta Rica, que tiene más de 4 mil vehículos represados en la zona.Todo depende de los avances que logre demostrar Javier Pava, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastre, a los 3.000 campesinos con los que se reúne para demostrar que tiene listo el contrato con el que se habilitarán las obras para iniciar el cierre del boquete de cara é gato, que cumple 18 meses. Así lo señala el líder de la manifestación Arnulfo Betancourt."En este momento lo que necesitamos es que nos digan quien es el contratista y cuándo inician los trabajos. Que nos muestren el contrato. Eso es viendo para creer porque como todo ha sido promesas y acuerdos incumplidos, lo que queremos es que ahora sí haya hechos y no más incumplimientos", señala el líder. La reunión inició hacia las 9:30 de la mañana, con el acompañamiento de Pava, de Lilia Solano, viceministra nacional para el diálogo social, y otros funcionarios del Gobierno, con los que buscan establecer una ruta de apoyo y acuerdos por La Mojana. De acuerdo con los manifestantes, aún no hay explicaciones por la no ejecución de trabajos en meses anteriores, pese a que se habían realizado compromisos para iniciar el cierre del boquete de cara é gato, el cual permitió la entrada de las aguas del río Cauca, durante la temporada invernal del 2021. Le puede interesar:
El año pasado el país se ‘sacudió’ de los efectos de la pandemia y logró recuperar 1.640.0000 empleos. Como resultado el desempleo pasó de 13.8% en el año 2021 a 11.2% en el año 2022.A pesar de la reducción Colombia todavía tiene un desempleo más alto que el que tuvo en los cinco años previos a la pandemia del COVID-19Las actividades que están siendo más dinámicas a la hora de generar puestos de trabajo son las actividades artísticas, el comercio y la industria.Aunque ningún sector de la economía destruyó puestos de trabajo en el año completo, cuando nos concentramos en el mes de diciembre aparecen algunas malas noticias. Por ejemplo en actividades administrativas.“Dentro de las actividades administrativas estamos viendo una reducción de las actividades que se relacionan con las actividades de seguridad privada”, explicó la directora del Dane, Piedad Urdinola.En menor medida también se redujeron en diciembre actividades como la contaduría y la consultoría financiera.Además el país vio una reducción de 121 mil empleos en el sector del comercio y unos 92 mil en el sector agrícola. Por otro lado las actividades de apoyo a la ganadería, y a la agricultura estaban presentando reducciones al cierre del año.Hoy en Colombia la ciudad con más desempleo es Arauca, que ya desbancó a Quibdó y solamente cinco ciudades del país tienen desempleo de un dígito: San Andrés, Leticia, Bucaramanga, San José del Guaviare y Mitú.También le puede interesar: