Aunque gana terreno, extrema derecha no ganó las elecciones del Parlamento Europeo, como dice Petro

El presidente Gustavo Petro dijo ayer en redes sociales que la extrema derecha había ganado Europa, tras conocer los resultados de las elecciones para renovar el parlamento europeo, en una jornada que comienza a generar preocupaciones pero que está lejos del escenario que planteó el jefe de Estado, quien dijo: “la extrema derecha gana Europa”.

Aunque es cierto que los sectores más a la derecha de la política ganaron en Francia, Austria, Países Bajos, Italia, Bélgica, entre otros, si sumáramos todos los escaños de los representantes de ese espectro político, están todavía lejos de tener el control del parlamento europeo.

En la actualidad, la centro derecha tradicional sigue siendo la mayoría, por medio de partidos como el PP en España, CDU en Alemania y el Partido Popular Europeo de la actual presidenta de Europarlamento, Ursula Von Der Leyen. En segundo lugar en número de escaños aparece la social democracia y sectores de centro izquierda y el tercer puesto lo ocuparían sectores de extrema derecha.

Aunque es cierto que la preocupación es latente frente al ascenso de los sectores de extrema derecha por la postura de esos grupos que en algunos casos tiene que ver con la xenofobia y posiciones que pueden ir en contravía de lo que ha planteado la Unión Europea frente al comercio, a la agricultura y el apoyo a Ucrania.

El presidente Gustavo Petro muy seguramente tendrá que explicar su afirmación sobre el supuesto ascenso del fascismo al poder en Europa, a partir de este martes, cuando el jefe de Estado inicia una visita de Estado a Suecia y Suiza.

En América Latina el desafío está frente a los autoritarismos y el populismo, tanto de derecha como de izquierda, que viene en ascenso: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia por el lado de la izquierda, por el lado de la derecha: Argentina y El Salvador.

Si miramos la balanza, la democracia pareciera en riesgo tanto en Europa como en América Latina por cuenta de populismo, por eso, tanto el presidente Petro como todos los líderes políticos en Colombia deben hacer un compromiso por dejar de seguir erosionando la confianza ciudadana en los principios democráticos… Un buen punto de partida sería no estigmatizar a los ciudadanos que no son de izquierda y critican las políticas del gobierno actual y en lugar de eso, escucharlos y construir propuestas para todos los colombianos.