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Tras el discurso del presidente Gustavo Petro, anunciando la presentación de reforma pensional, la reforma laboral y defendiendo su proyecto de reforma a la salud y advirtiendo que podría desencadenarse un nuevo periodo de violencia en el país si el Congreso no aprueba esas iniciativas, hay que poner en blanco y negro el panorama político y social que viene.
Por ahora, solamente ha sido presentada en el Congreso la reforma a la salud, que ya ha generado una gran controversia en el país y ha permitido escuchar voces desde el legislativo, incluso desde partidos de gobierno, que anticipan una dura discusión sobre el proyecto, que muy seguramente será ley de la República, en caso de ser aprobada, muy diferente a lo que quisiera el gobierno del presidente Petro.
Una vez se surta el trámite de la reforma a la salud, vendrían dos reformas muy gruesas que tendría que estudiar el Congreso, como son la reforma pensional y la reforma laboral, sobre las cuales únicamente se conocen las líneas gruesas, pero todavía no hay textos ni alcances detallados y no hay certeza de que tenga las mayorías suficientes para sacarlas adelante.
Mientras esto sucede, en las calles se va a jugar un partido crucial, pues hoy sectores de oposición se manifestarán en contra del gobierno del presidente Gustavo Petro, un día después de las marchas convocadas por el ejecutivo, lo que anticipa el pulso que viene a la par de las discusiones en el Congreso.
Es clave garantizar los derechos de los ciudadanos a la manifestación pacíficas, eso sí, también garantizando la independencia del legislativo, permitiendo que el Congreso actúe y determine por mayorías el contenido de los proyectos presentados por el gobierno, para garantizar el normal desarrollo de la democracia en el país.
Escuche la opinión de Ricardo Ospina:
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