La solidaridad no es debilidad, se trata de demostrar lo más sensible de la condición humana
Celebramos el día internacional de la solidaridad, un día pensado desde el principio de la ayuda mutua, que nos inspira a trabajar por una causa común.
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Si hay algo que caracteriza a los seres humanos, es la solidaridad, es decir, esa capacidad de preocuparnos por el otro, y de generar actitudes y acciones para ayudarlo en las situaciones difíciles con las que se pueda encontrar. A veces nuestra sociedad con sus dinámicas individualistas y egoístas, nos ha hecho creer que ser solidarios es un sinónimo de debilidad, que es un ejercicio negativo, de personas que no tienen la capacidad de salir adelante.
Yo estoy convencido que ser solidarios significa demostrar lo más sensible de la condición humana. Creo que todos deberíamos buscar las maneras de ser solidarios con los demás, de generar espacios para que los otros puedan desarrollarse dignamente. Sin confundir la solidaridad con asistencialismo, porque no se trata de cargar con las dificultades y los problemas de los otros; tampoco se trata de darles todo lo que necesitan simplemente, ni de volverlos mendigos de nuestras acciones.
Ser solidarios implica apostar desde nuestras posibilidades, para que ellos de manera autónoma y responsable, puedan construir su proyecto de vida, venciendo esas dificultades que se les originan. Celebramos el día internacional de la solidaridad, un día pensado desde el principio básico de la ayuda mutua, que nos inspira a trabajar por una causa común.
Y justo hoy, pienso en un vídeo que hace poco se hizo viral, en el que una profesora de una Universidad en Bucaramanga, cargaba al bebé de una de sus alumnas mientras esta estaba en la clase, para que la pudiera atender completamente. Para mí es un ejercicio de solidaridad que no solo rompe algunos viejos paradigmas a los que estábamos acostumbrados, sino que también nos enseña que todos podemos preocuparnos y colaborar con los otros.
Para muchos este acto fue reprochable, pero para mí fue esperanzador, porque demuestra la sensibilidad y la capacidad humana, que más allá de nuestra historia de violencia y odio, es capaz de hacerme entender que siempre hay gente buena, aunque no siempre tengan el reconocimiento que merecen. Los seres humanos podemos ayudarnos, acompañarnos y cuidarnos, de eso no tengo duda.