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Tres actitudes que todos deberíamos tener frente al nuevo gobierno

Ayer se cerró un ciclo democrático y se abrió otro.

Alberto Linero
Alberto Linero
Foto: Instagram @PLinero

Ayer se cerró un ciclo democrático y se abrió otro. Sí, con una ceremonia cargada de gestos simbólicos que buscaban comunicar mensajes contundes de institucionalidad, y a la vez de cambio, se dio inició a un nuevo período presidencial que va hasta el 7 de agosto del 2026. Considero que más allá de todos los análisis políticos que se pueden hacer desde cada perspectiva ideológica, los colombianos debemos asumir por lo menos tres actitudes:

  1. Esperanza: el discurso del presidente Gustavo Petro centrado en la equidad, en la reconciliación y en el estado de derecho, es fuente de esperanza. Todos queremos que haya paz, que se supere la pobreza, que tengamos un desarrollo que no atente contra la biodiversidad y genere muchas posibilidades para todos. Estoy convencido de que quienes votaron por él, y quienes no lo hicieron, desean que le vaya bien, porque si le va bien a su gestión, le va bien al país.
  2. Capacidad crítica: lo peor que le puede pasar a un líder es tener a su lado personas fanáticas y ciegas que no le hagan ver los errores y las equivocaciones. Tener esperanza no significa creer que todo está hecho y que mágicamente se van a resolver los problemas. Por eso, hay que estar atento y contribuir con una crítica inteligente, racional, argumentada y clara que se mantenga lejos de la violencia y la destrucción.
  3. Compromiso: todos como ciudadanos tenemos que cumplir con las normas y generar una cultura ciudadana que nos permita sostener relaciones constructivas. Muchas veces se cree que son los líderes los únicos que tienen que cumplir con las leyes y dar testimonio de buenos valores; la verdad es que cada uno de nosotros que crítica y exige con razón, también tiene que demostrar en sus acciones cotidianas que está comprometido con que nuestra sociedad funcione de la mejor manera.

Tenemos claro que la violencia y la corrupción son las grandes fuentes de pobreza, muerte, desigualdad, etc. Por lo que todos en nuestro diario vivir tenemos que aprender a resolver los conflictos desde la no-violencia y a tener un comportamiento honesto, ético y moral.

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