Una nueva controversia jurídica y política se ha encendido en Colombia: ¿puede el expresidente Álvaro Uribe Vélez ser candidato a la vicepresidencia en las elecciones de 2026? Esta pregunta fue el eje del debate en Mañanas Blu, con Néstor Morales, donde los panelistas analizaron a profundidad la viabilidad legal y las implicaciones políticas de esta propuesta impulsada por Tomás Uribe, hijo del exmandatario, en medio del juicio que enfrenta su padre por presunta manipulación de testigos.
Aunque la idea no es nueva y ha sido promovida anteriormente por figuras del Centro Democrático como Paloma Valencia, Paola Holguín o María Fernanda Cabal, el reciente impulso dado por Tomás Uribe en redes sociales reactivó la polémica.
Marco legal: ¿qué dice la Constitución?
El núcleo jurídico de la discusión gira en torno al artículo 204 de la Constitución, el cual establece que el vicepresidente debe cumplir con las mismas calidades e inhabilidades del presidente. Luis Ernesto Gómez, uno de los panelistas de Mañanas Blu, fue enfático al recordar que “la Corte Constitucional eliminó la posibilidad de que Uribe se reeligiera, y esa restricción aplica también para la vicepresidencia”. A esto se sumó otro interviniente, quien afirmó: “No son interpretativas, son taxativas. No hay manera de evadirlo jurídicamente”.
Además, varios participantes recordaron que el fallo de la Corte fue claro al establecer que quien ya ha ejercido la Presidencia no puede aspirar a ocuparla de nuevo, ni directa ni indirectamente. Como lo resumió Felipe Zuleta: “En Derecho hay un principio elemental: lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Si no puede ser presidente, tampoco puede ser vicepresidente, pues este podría reemplazar al primero”.
Una jugada política con múltiples lecturas
Más allá del debate jurídico, los analistas coincidieron en la complejidad política de una eventual candidatura vicepresidencial de Uribe. María Consuelo Araújo cuestionó la conveniencia personal y electoral: “No hay que exponer al expresidente Uribe al costo humano de una nueva campaña. Aunque pueda arrastrar votos, el desgaste sería enorme. Eso no le conviene a él, aunque pueda traer unos votos”.
Álvaro Forero, por su parte, aportó una hipótesis geopolítica: “Esta es una jugada para acercarse a Donald Trump. Uribe está politizando el juicio para buscar respaldo internacional, como ocurrió con Bolsonaro en Brasil. Pero el caso de Uribe no se parece al de Bolsonaro, ni tiene la misma relación con Trump”. La tesis fue considerada “una jugada antidemocrática de política internacional” por varios miembros del panel.
La otra carta: el regreso al Senado
Ante la inviabilidad de la vicepresidencia, surgió una alternativa más realista: el regreso de Uribe al Senado. Según se dijo en el programa, desde el Centro Democrático ya se está considerando esta opción. Una lista cerrada encabezada por Uribe podría garantizar una bancada más amplia y disciplinada. Algunos panelistas incluso pronosticaron que esta estrategia podría devolverle al partido su mejor votación en años.
Varios analistas valoraron positivamente este escenario. “A mí me encantaría que Uribe encabezara la lista. No votaría por él, pero sería un aporte al debate parlamentario”, dijo un contertulio. Esta opción también evitaría los dilemas constitucionales y jurídicos que plantea una vicepresidencia, al tiempo que capitaliza el liderazgo político que Uribe aún ejerce.
Conclusión: una idea que divide más que une
La posibilidad de que Álvaro Uribe sea candidato a la vicepresidencia en 2026 es vista por los analistas como una propuesta jurídica y políticamente inviable. Como concluyó uno de los panelistas: “Jurídicamente es mala, políticamente es mala. La única idea que queda en pie es su regreso al Senado, donde su liderazgo aún tiene eco”.
Mientras tanto, el país espera el fallo de la jueza Sandra Heredia, previsto para el 28 de julio, que podría determinar la continuidad política de Uribe. Sea cual sea la decisión, el expresidente sigue siendo un actor determinante en la política nacional, con una base electoral fuerte y una capacidad de convocatoria que aún pone a temblar el tablero electoral.
Reviva el debate en Mañanas Blu: