Las evidencias de minería de aluvión dan cuenta de una actividad que produce contaminación en las fuentes hídricas y suelos. Por ello, la Procuraduría advierte que solamente en Antioquia hay 35.000 hectáreas contaminadas de mercurio.
El ente aseguró que en el país, además de la presencia de mercurio, hay evidencia de otros metales pesados que ponen en riesgo la salud de las comunidades, por ejemplo, el arsénico.
Según la Procuraduría, en la cuenca del río Nechí hay 1.5 partes por millón como concentración de mercurio, superando los límites recomendables.
Por esta situación, hay alertas y alarmas de distintos organismos internacionales en materia sanitaria de salud pública.
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"No sólo estamos hablando de un problema ambiental que afecta de manera irremediable los suelos, los ecosistemas, las aguas, sino que además ocasiona daños graves en la salud humana y definitivos, sobre todo en población vulnerable que tiene que tomar sin tratamiento las aguas", afirmó Gustavo Guerrero, procurador delegado para Asuntos Ambientales, Minero - Energéticos y Agrarios.
Sin embargo, la procuradora, Margarita Cabello, también advirtió que las mujeres, los niños, las niñas y los adolescentes vienen sufriendo la instrumentalización en muchos casos de los grupos criminales en esos procesos de explotación minera sin títulos.
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En este sentido hay preocupación por el uso en muchos casos de la población migrante para el desarrollo de actividades mineras ilegales en el país.
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