Incrementa consumo fraudulento de agua en el Valle de Aburrá; pérdidas son millonarias

En medio del difícil panorama que atraviesan muchas zonas del país por cuenta del fenómeno de El Niño en materia de racionamiento de energía, pero sobre todo agua, Empresas Públicas de Medellín encendió las alarmas frente al incremento del consumo que desde finales de 2022 se viene registrando de este recurso en el Valle de Aburrá.Buena parte de las razones que explican que este incremento en el que se pasó de hasta seis metros cúbicos mensuales por usuario hasta casi los siete, según los reportes de agosto de este año, tiene que ver con la proliferación de conexiones ilegales especialmente en zonas periféricas y de invasión de los municipios de Medellín, Bello e Itagüí.Según Santiago Ochoa, vicepresidente de Agua y Saneamiento de EPM, las pérdidas comerciales de este recurso están estimadas en hasta 34 millones de metros cúbicos al año, lo que representa en dinero hasta 210 mil millones de pesos y la demanda de uno de los municipios más poblados de la subregión metropolitana como Bello con 166 mil usuarios."Pedirle a algunos sectores de la ciudad donde el afloramiento de ocupaciones no autorizadas del territorio empiezan a generar un impacto sobre la prestación del servicio normal porque el consumo de agua que están haciendo estas otras personas pues efectivamente entorpece la prestación del servicio en condiciones normales", destacó Ochoa.Según el funcionario, los costos producto de conexiones irregulares de agua en el territorio no solo son asumidos en materia del recurso, sino de los daños que se producen en la infraestructura para lograr desviar el recurso."Una persona que que se conecta de manera fraudulenta daña la infraestructura para hacer la conexión, entonces puede que el agua que se esté consumiendo sean los 29 metros cúbicos con un costo de 60 mil pesos, pero el daño que produjo en la infraestructura vale tres millones", apuntó.EPM aseguró que realizan un seguimiento constante tanto de pérdidas técnicas de agua implementando acciones como la búsqueda de fugas, renovación de medidores y reposición de redes, así como de aquellas comerciales que incluyen el control de fraudes, la gestión de asentamientos irregulares y la de instalaciones cortadas por no pago.