Cuatro días después de que se conociera el aberrante caso de presunto abuso sexual a dos niñas de 12 y 13 años a manos de un estadounidense en Medellín, la alcaldía restringió por medio de decretos el ejercicio de la prostitución en el Parque Lleras y sectores aledaños. También se modificó el horario de rumba en El Poblado.
Al mismo tiempo que la Policía evalúa la posibilidad de expedir circular azul de Interpol para ubicar al estadounidense, Timothy Alan Livingston, quien voló al Estado de La Florida el viernes Santo y a la par de la recolección de pruebas que adelanta el fiscal especializado en trata de personas al que se le asignó el caso, la Alcaldía de Medellín expidió el decreto 0248 del 2024 que restringe por un periodo de seis meses la prostitución en sectores como el Parque Lleras, el parque de El Poblado, entre otros.
El objetivo, según el alcalde Federico Gutiérrez, más que prohibir el derecho al trabajo de quienes se dedican a esta actividad es atacar las redes delincuenciales que promueven la trata de personas en esta zona de El Poblado.
"Porque a través de esos espacios se empezaron a generar delitos como los de trata de personas, delitos alrededor de las drogas, delitos alrededor de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes", aseguró el alcalde de Medellín.
Ahora bien, a las mujeres no las pueden sancionar pues tienen derecho a trabajar, lo que van a hacer es ofrecerles una oferta institucional, quiénes sí serían sancionados son los que busquen estos servicios.
Medida que aunque algunas personas han calificado de inconstitucional fue bien recibida por la Fundación un Segundo Camino, que intenta rescatar de las calles a las mujeres que se dedican a la prostitución en el Parque Lleras.
"Todo lo que se pueda hacer a favor del Parque Lleras está bienvenido. Hay otros asuntos más que se podrían llegar a concretar, hay otras cosas que podrían ser mejores, pero en este caso tendríamos que reunirnos con el señor alcalde", insistió Valentina Lizcano, presidenta de Fundación un Segundo Camino.
Los que no están muy contentos son los dueños de bares y discotecas de la zona, pues la alcaldía también decidió modificar el horario de la rumba hasta la 1 de la mañana, durante un mes, lo que según Juan Pablo Valenzuela, presidente de Asobares en Antioquia, no guarda causalidad con las situaciones que ponen en riesgo a niños, niñas y adolescentes.
"Alrededor de 2.000 empleos directos se están poniendo en riesgo, porque esa disminución en el horario de funcionamiento puede hasta llegar a impactar a esos establecimientos en cifras superiores al 50% de sus ventas", manifestó Valenzuela.
En lo que va corrido del año, las autoridades en Medellín han clausurado 12 establecimientos comerciales, han capturado a 15 capturas, han impuesto 171 comparendos y han restablecido los derechos de 20 menores en condición de explotación sexual.
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