Un viacrucis con múltiples estaciones es lo que están viviendo los afiliados de la Nueva EPS en la región, con mayor eco en la capital antioqueña, donde les toca deambular de hospital en hospital por la falta de una red de atención de primer nivel, es decir, un punto fijo donde se atiendan consultas de médico general, exámenes de la laboratorio e incluso de odontología.
Uno de los casos más complejos se registra en el municipio de Caldas, donde hay unos 17.000 afiliados a la intemperie, luego del cierre de la sede de Promedan el pasado 30 de junio, lo que se combina con las millonarias deudas a los hospitales públicos, haciendo que los pacientes hagan una travesía para ver dónde los atienden.
Luis Hernán Sánchez, director de la Asociación de Hospitales públicos de Antioquia manifestó que justamente esa es una de las causas de la alta congestión en centros asistenciales de mediana y alta complejidad. Además, las deudas de la entidad intervenida por el Gobierno nacional es cerca de la tercera parte del saldo total que tiene en crisis a los hospitales públicos.
"La situación de la Nueva EPS en Antioquia está bastante compleja porque no le está pagando oportunamente a las clínicas y hospitales, y es por esto que los hospitales y clínicas de mediana y alta complejidad no están recibiendo pacientes de la nueva EPS, lo que está agravando la situación de los usuarios en el departamento de Antioquia y específicamente en la ciudad de Medellín y el área metropolitana", dijo Sánchez.
Sobre la mesa, directivos de hospitales han planteado la propuesta de que la Nueva EPS suscriba contratos con Metrosalud, teniendo en cuenta la robusta red de atención que tiene en Medellín y con ello lograr descongestionar los clínicas y hospitales más grandes, donde se deben atender casos de mayor complejidad. Vale la pena recordar que la problemática afecta a un millón de usuarios en la región y que las deudas con las IPS públicas a corte del 2024 estaban en 250.000 millones de pesos.