Conductores de Bogotá están aterrorizados por panfleto: "Los vamos a matar"
Un grupo criminal habría enviado un panfleto contra conductores informales en una reconocida zona de la capital.
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Los conductores de Bogotá estarían aterrorizados tras la aparición de un supuesto panfleto que circula entre los conductores informales en el norte de la capital. El documento aparentemente está firmado por supuestos miembros del grupo “Satanás, Moisés y P”.
En el mensaje se advierte con crudeza que, si no se “cuadran” con la organización, empezarán a asesinar a conductores. Ante eso, la nota que se difunde por WhatsApp, en compañía de audios intimidatorios, aparentemente les exige a los conductores pagos, lo que ha sembrado terror en barrios como Toberín y Cantalejo.
La presunta nota tiene un mensaje claro y directo: “Les hicimos un llamado y no se comunicaron, este es el segundo aviso. Si no se llegan a cuadrar con nosotros, les vamos a empezar a matar a los conductores, el tercer llamado será dejando un muerto… Recuerden que la felicidad no tiene precio”.
En compañía del panfleto, fuentes locales han reportado audios que piden un millón de pesos al mes por el vehículo. El alto monto, así como la brutalidad de la amenaza, ha generado pánico entre el gremio informal.
La captura de alias ‘Satanás’ en noviembre de 2023 no puso fin a la red; de hecho, ha sido lo contrario. De acuerdo con reportes, vincula a la oCONrganización con hechos recientes.
Uno de ellos fue el asesinato de un conductor en la localidad de Suba, mismo que habría sido atacado por una mujer en moto para luego fallecer en el hospital. La muerte confirmó que las advertencias no son simbólicas, sino que la estructura mantiene la capacidad operativa, con cabecillas, en su mayoría, de origen extranjero.
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La comunidad exige mayor presencia policial y respuestas rápidas de las autoridades para garantizar seguridad y romper el circuito de extorsión. Mientras tanto, los conductores viven entre la presión de pagar para trabajar y el temor a convertirse en la próxima víctima. La Fiscalía y la Policía Metropolitana anunciaron investigaciones, pero en la calle persiste la sensación de vulnerabilidad.