“CTI de la Fiscalía ingresó a Universidad Nacional tras explosión”: vicerrectora
“CTI de la Fiscalía ingresó a Universidad Nacional tras explosión en Facultad de Sociología”: vicerrectora
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, vivió ayer una nueva jornada de disturbios que dejó como saldo una explosión dentro de la Facultad de Sociología y una persona herida. La vicerrectora de la institución, Carolina Jiménez, confirmó que el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía ingresó al campus para adelantar las diligencias judiciales correspondientes, luego de que un encapuchado resultara afectado por el estallido de un artefacto explosivo.
“A las seis de la tarde se registró una explosión en el edificio de Sociología. Una persona resultó herida, recibió primeros auxilios en el campus y fue trasladada a la clínica Palermo. Allí nos informaron que no se trataba de un estudiante, sino de un particular de alrededor de 25 años”, explicó la vicerrectora Jiménez en diálogo con Mañanas Blu, con Néstor Morales
La jornada comenzó a las cuatro de la tarde, cuando un grupo de encapuchados inició enfrentamientos con la fuerza pública en la portería de la calle 26. Posteriormente, los disturbios se trasladaron hacia la avenida 30, culminando con la detonación al interior de la universidad.
El hecho ha reavivado el debate sobre el acceso abierto al campus universitario y las condiciones de seguridad en sus 120 hectáreas. Actualmente, no se exige carné para ingresar, dado que la universidad mantiene una política de apertura para actividades académicas, culturales y comunitarias.
“La Universidad Nacional es una institución abierta a la ciudadanía. Diariamente circulan unas 45 mil personas, entre estudiantes, docentes, contratistas y vecinos que usan el campus para actividades deportivas y culturales”, señaló Jiménez.
La funcionaria recalcó que, a pesar de la magnitud del flujo diario de personas, no se registran con frecuencia delitos comunes dentro del campus, aunque reconoció que los enfrentamientos violentos representan un riesgo particular: “No podemos generalizar que el campus no sea un espacio seguro. Estas acciones son lamentables, pero excepcionales”.
Uno de los puntos más controvertidos gira en torno a la posibilidad de ingreso de la Policía al campus durante los disturbios. La vicerrectora advirtió que, lejos de mitigar la violencia, la intervención podría agravar la situación:
Publicidad
“En un espacio donde circulan 45 mil personas, el ingreso de la fuerza pública en medio de la confrontación no aumenta las condiciones de seguridad, sino que eleva el riesgo de afectaciones a estudiantes y comunidad universitaria”, explicó.
Aun así, Jiménez aclaró que la universidad sí ha contado con acompañamiento institucional en las horas posteriores a los disturbios. “Ayer, hasta la medianoche, el CTI estuvo con su grupo antiexplosivos dentro del campus. También contamos con el apoyo de la Defensoría del Pueblo y la Personería de Bogotá”, agregó.
La directiva reiteró que la universidad no puede enfrentar sola este fenómeno, que también afecta a otras instituciones públicas como la Universidad Pedagógica, la Distrital o las sedes de la Nacional en Medellín y Cali.
Publicidad
“Los campus universitarios deben ser territorios de paz. Requerimos una articulación interinstitucional con el distrito y el gobierno nacional para garantizar condiciones de seguridad sin vulnerar la naturaleza abierta de la universidad”, insistió Jiménez.
La vicerrectora recordó que desde febrero los rectores de universidades públicas han pedido mesas de trabajo permanentes con la Alcaldía y el Gobierno, pero advirtió que hasta ahora no se han activado los mecanismos necesarios para prevenir la repetición de hechos violentos.
Un elemento que llamó la atención es la reiteración de los enfrentamientos en días jueves. Según Jiménez, esto no responde a una dinámica propia de la universidad, sino a agendas externas de los encapuchados.
“En efecto, varias de estas acciones han ocurrido en jueves, pero no todos los jueves. En esta ocasión, los disturbios estuvieron ligados a la conmemoración de la muerte de 14 jóvenes el 9 y 10 de septiembre de 2020, durante los excesos de la fuerza pública en protestas”, explicó.
La funcionaria destacó que, a pesar de estas acciones violentas que persisten desde hace décadas, la universidad ha implementado programas pedagógicos y de diálogo para reducir la frecuencia de los disturbios.