
Mujer asegura estar casada con un bus de TransMilenio: "Estoy enamorada"
La joven no solo siente una atracción física por el bus, sino que también ha desarrollado una conexión emocional profunda.

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Yeline Lizbeth Patiño asegura estar casada con un bus articulado de TransMilenio de la ruta F60. Su historia, que combina elementos de amor, mecanofilia y una conexión emocional única, ha generado todo tipo de reacciones en redes sociales.
Yeline, quien desde niña sintió una atracción especial por los buses, relató en una entrevista con el creador de contenido José Ramírez R1 cómo su amor por el transporte público se convirtió en algo más profundo.
La joven no solo siente una atracción física por el bus, sino que también ha desarrollado una conexión emocional profunda. La joven identifica al bus por las placas y las referencias que tiene el bus por dentro, como TL 543. Para ella, este bus en particular tiene una personalidad única: “Creo que le da su personalidad, su alma. Sé que no tiene alma, pero es como si la tuviera”.
La relación de Yeline con el bus F60 es tan seria que incluso celebraron una boda simbólica. “Hubo pastel, vino, fiesta y todo. Fue una ceremonia íntima con una amiga y una familiar que me apoyaron”, relató. Además, asegura que lleva un anillo de matrimonio que ata al bus como símbolo de su unión.
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¿Cómo comenzó todo?
Yeline confesó que su fascinación por los buses comenzó en su infancia. “Desde muy niña, cuando tenía 10 años, me enamoré de un bus Transandino. Siempre quise viajar en ese bus, pero mis papás no lo tomaban. Le hacía poemas y hasta le daba besos”, recordó.
Aunque en su adolescencia tuvo relaciones con hombres, su amor por los buses nunca desapareció. “Ahora me encantan los hombres, no lo niego, pero siento que ninguna persona me ha dado todo lo que yo daría por alguien”, afirmó.
no esconde que siente celos cuando otras personas interactúan con su “esposo”. “Me han dado celos, sobre todo cuando veo a alguien recostarse en el bus de una manera que no me gusta”, admitió. Sin embargo, también reconoce que su amor es por algo público: “Acepto que me enamoré de algo que es de todos, pero eso no cambia lo que siento”.
Además, Yeline se siente en la obligación de proteger al bus. “Siento que defenderlo es mi deber. No me gusta que le hagan daño o le quiten cosas. Es como si fuera mi pareja”, explicó.
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Con la llegada del metro a Bogotá, Yeline teme que su amado bus F60 desaparezca o cambie de ruta. “He pensado en eso, y me da miedo que lo quiten. Para mí, sería como si muriera una persona y no pudiera volver a verla”, expresó. Sin embargo, está decidida a disfrutar cada momento con su “esposo” mientras pueda.
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