¿Se imagina la alegría de poder comprarle la ropa y juguetes a sus hijos en Navidad, pero minutos después sufrir por haber dejado olvidado todo en un bus? Pues esto es lo que le pasó a una humilde madre de familia en Barranquilla.
La mujer, emocionada con las compras navideñas, tomó un bus de Sobusa desde el centro de la ciudad, pero con tan mala suerte que, al bajarse, dejó olvidado un bolso en el que llevaba los aguinaldos, la ropa que estrenarían sus hijos, 400.000 pesos y hasta un celular.
Por supuesto, la angustia se apoderó de ella, pero, al no saber ni cuál era el bus ni quién era el conductor de los 400 que hay en la empresa Sobusa, decidió acudir a la nevada a buscar ayuda.
Jhon Jairo Ospina, subgerente operativo, cuenta cómo la historia tuvo un final feliz.
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"Se mandó el mensaje a un grupo de Whatsapp y a los cinco minutos me llamó el conductor y me dijo: yo lo tengo, tengo aseguradas todas sus pertenencias. Le avisé a la muchacha y eso fue un júbilo para ella", destacó emocionado Ospina.
Ronaldo Hernández es el héroe de esta historia. Un conductor que, con su honestidad, hizo una gran obra y permitió que ese momento no fuera un trago amargo para esta familia en Navidad.
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