“Ella hizo todo por lograrlo, persistió, insistió, hizo los trámites adecuados, se le brindó el apoyo, pero estar un año sin medicamentos por hipertensión pulmonar es una sentencia de muerte”. Así, de manera tajante habló Dina Grajales de la fundación Ayúdanos a respirar, refiriéndose al caso de Leris Acosta, la mujer que falleció recientemente en el Carmen de Bolívar a causa de esa afección respiratoria.
La mujer, oriunda de Barrancas en La Guajira, en 2024 había publicado en redes sociales un video en el que denunciaba que Cajacopi le ponía trabas para entregarle sus medicamentos.
“Hoy paso por este medio para exigirle a Cajacopique me entregue por favor mis medicamentos, ya que siempre es una barrera que me coloca para no entregármelos, cuando no es una cosa es otra. Que la fórmula está mal formulada, que no han autorizado, en fin, cualquier excusa me sacan”, dijo la mujer, hoy fallecida.
Grajales, de la fundación Ayúdanos a respirar, señaló, que las barricadas en la atención fueron tan críticas que a Leris solo le quedó la opción de trasladarse desde La Guajira hasta Barranquilla para ser atendida por urgencias.
Pero antes de esta Semana Santa Leris no alcanzó a ser atendida y llegó sin signos vitales al hospital del Carmen de Bolívar, municipio al que llegó para buscar ayuda de familiares, ya que también tenía a su cargo dos menores de edad.
Resalta Grajales que entidades como Cajacopi deben entender situaciones como la de Leris, una paciente que estaba en condición de discapacidad por la hipertensión pulmonar, una enfermedad considerada huérfana y, además, afectada emocionalmente.
“Ella se sentía mal para desplazarse, además tenía a su cargo a dos niñas menores de edad, eso es algo que no se evalúa en las barreras que ponen las EPS. Piensan que el paciente puede ir a sus farmacias cambiando órdenes y haciendo filas”, señaló.
Por su parte, Cajacopi informó que en 2024 “se presentaron inconvenientes relacionados con la ausencia de soportes médicos actualizados de la paciente, pero que en 2025 generaron las autorizaciones necesarias para la entrega de medicamentos. Sin embargo, la usuaria solo los reclamó en el mes de enero”.
También manifestó la EPS que la mujer “se trasladó de Barrancas al municipio del Carmen de Bolívar sin notificarles y sin realizar el trámite requerido, lo que afectó el seguimiento y la entrega demedicamento”.
Desde la fundación Ayúdanos a respirar pidieron, tanto a las entidades prestadoras de salud y el Gobierno, refiriéndose a la problemática presentada por la no entrega de medicamentos a miles de usuarios, ponerse de acuerdo y no sacrificar a los pacientes.
“El llamado es a que se pongan la mano en el corazón. Yo sé que el financiamiento es fundamental para que todo funcione, pero tenemos casos de personas muy vulnerables que lo que menos necesitan es que en medio de la discusión los dejen sin tratamientos y sin atención”, comentó Grajales.