Nueve meses y seis días estuvo en cautiverio la expersonera de Tamalameque, Yennis Vanessa Salazar Zabaleta, hasta que finalmente lograron rescatarla sana y salva entre las montañas del municipio de El Carmen, en Norte de Santander.
El rescate se dio en medio de un megaoperativo que desplegaron la Policía y Fuerzas Militares, quienes empezaron sobrevolando esa zona del Catatumbo hasta que, desde el aire, lograron ubicar la remota casa de madera en la que permanecía la mujer.
Los uniformados descendieron de los helicópteros y se adentraron en la vivienda, donde escasamente había un par de camas y una mesa. Gritaron una y otra vez el nombre de Yennis, hasta que ella respondió, también entre gritos, desde uno de los cuartuchos donde la tenían escondida.
Entre el llanto y el desconcierto, esta abogada, de 29 años, se vistió con un chaleco antibala y subió a un helicóptero de la Fuerza Aérea que la trajo de vuelta a la libertad, de la que había estado privada desde el pasado 21 de febrero, cuando integrantes del Frente “Camilo Torres Restrepo” del ELN la interceptaron en la vía que conduce de Las Vegas al corregimiento de Saloa, en el sur del Cesar, quemaron su vehículo y se la llevaron secuestrada.
"Yennis Salazar fue secuestrada cuando se desplazaba hacia su finca en el municipio de Chimichagua. Según las investigaciones, el secuestro fue perpetrado por hombres armados que se identificaron como integrantes del ELN, quienes interceptaron a la víctima y la llevaron con rumbo desconocido. Los criminales exigían $15.000 millones por su liberación", recordó el coronel Edgar Andrés Correa Tobón, director de Antisecuestro y Antiextorsión.
El secuestro de la expersonera movilizó a lo largo del año a las comunidades del sur del Cesar, que entre plantones, marchas y múltiples manifestaciones pedían la liberación de esta mujer o, mejor, su rescate, pues su familia no tenía con qué pagar la astronómica cifra que exigían por su libertad.