La Universidad Industrial de Santander (UIS), sede Málaga, lidera dos proyectos científicos en la provincia de García Rovira que buscan entender y mitigar los efectos del cambio climático y el mal uso del suelo en ecosistemas estratégicos como los páramos y bosques altoandinos.
El primero de los estudios se desarrolla en el páramo de Almorzadero, en el municipio de Cerrito, y analiza los daños que sufren los suelos tras un incendio. Según el profesor Diego Suescún, coordinador del programa de Ingeniería Forestal de la UIS en Málaga, uno de los hallazgos más relevantes es la drástica reducción del carbono orgánico en los suelos quemados.
“Encontramos que en suelos no quemados había en promedio un 33% de materia orgánica, mientras que en suelos afectados por incendios este porcentaje se redujo a un 15%. Esto indica que gran parte del carbono almacenado en el suelo pasa a la atmósfera como CO₂, agravando el problema del cambio climático”, explicó el investigador.
Además, el estudio detectó una disminución en la fertilidad del suelo, medida a través de la capacidad de intercambio catiónico, que pasó de 15 a 10 tras los incendios. Esta caída compromete la disponibilidad de nutrientes para la vegetación, afectando la recuperación de estos ecosistemas.
El segundo proyecto se centra en la erosión de suelos en ecosistemas altoandinos, fundamentales también para la regulación hídrica. En este caso, la investigación busca entender cómo la intensidad de las lluvias y el uso del suelo afectan la pérdida de suelo superficial.
“Instalamos parcelas en cinco tipos de cobertura vegetal y uso del suelo: bosque natural dominado por roble, plantación de pino pátula, sistema agroforestal con café, potrero ganadero y cultivo agrícola. Monitoreamos semanalmente la pérdida de suelo durante un año para identificar en qué condiciones se erosiona más”, señaló Suescún.
Con ayuda de estaciones meteorológicas, los investigadores registran la intensidad de las lluvias y su correlación con la pérdida de suelo medida en gramos por hectárea. Los resultados permitirán establecer qué tipos de cobertura protegen mejor el suelo y en qué temporadas se presenta mayor erosión.
El objetivo de ambos proyectos es generar conciencia ambiental en la región y transferir ese conocimiento a los productores locales. Para ello, se realizarán talleres de capacitación en técnicas de conservación de suelos dirigidos a campesinos, ganaderos y caficultores de García Rovira.
“Queremos promover buenas prácticas de uso del suelo y mostrar con evidencia científica dónde se pierde más y cómo podemos evitarlo. Al final, buscamos proteger nuestros ecosistemas y asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico y agrícola en la región”, concluyó el profesor Suescún.