Investigan a padres de niño que murió tras ingerir pólvora en Santander

Las autoridades de Santander han iniciado una investigación formal para determinar la responsabilidad de los padres de un menor de seis años que falleció tras una falla hepática ocasionada por intoxicación con fósforo blanco, una sustancia presente en un tipo de pólvora conocida como "martinica" o "tote".El caso salió a la luz el pasado 10 de diciembre, cuando el niño fue llevado de urgencias a un centro asistencial en Barrancabermeja tras presentar vómito y diarrea. Inicialmente, los padres no asociaron los síntomas con el consumo de pólvora. Sin embargo, tras el deterioro de su estado de salud, fue remitido a un hospital de mayor nivel y, finalmente, ingresó a la Clínica Foscal Internacional en Bucaramanga, donde los esfuerzos médicos no lograron salvar su vida.Edwin Antonio Prada Ramírez, secretario de Salud de Santander, confirmó que, debido a la complejidad del caso, se realizó un estudio adicional que fue enviado a Bogotá para determinar con mayor precisión las causas de la falla hepática. Al respecto, indicó que el menor había sido expuesto al fósforo blanco, sustancia altamente tóxica, utilizada en juegos pirotécnicos que son vendidos de manera informal como inofensivos.Por su parte, Andrés Manosalva, secretario de Salud de Barrancabermeja, explicó que la comuna donde reside la familia del menor registró un alto uso de pólvora desde el 7 de diciembre, Día de las Velitas, y que estas celebraciones se extendieron por varios días. Durante las indagaciones, los padres declararon que desconocían que su hijo había ingerido este material. No obstante, las evidencias recolectadas apuntan a que el niño consumió la sustancia en un momento de descuido familiar.“Es un caso muy delicado. Las autoridades competentes están realizando una investigación para establecer si hubo negligencia o falta de cuidado por parte de los padres, lo que podría derivar en responsabilidades penales”, afirmó el funcionario.El cuerpo del menor se encuentra actualmente en Medicina Legal, donde se le realizará una autopsia para esclarecer las circunstancias exactas de su muerte. Los resultados de los estudios especializados enviados a Bogotá también serán clave para determinar las causas del fallecimiento y delimitar responsabilidades.