Desde Florián, un pequeño municipio de Santander marcado por la violencia y las dificultades del campo colombiano, hasta consolidarse como uno de los empresarios más reconocidos del país, la historia de Jaime González es la de un “descontento inspirador” que se transformó en motor de vida, empresa y compromiso social.
González, fundador de cinco empresas que hoy generan más de 3.000 empleos directos y por las que han pasado más de 15.000 personas, fue recientemente reconocido por la Alcaldía de Bogotá gracias a su apuesta por la inclusión laboral en una de sus compañías, BPM Consulting.
El galardón destaca una política empresarial que abre oportunidades a población trans, madres cabeza de familia jóvenes, comunidades afro e indígenas, una iniciativa que ya completa cuatro años y que lo posiciona como pionero en este enfoque en Colombia.
“Este premio lo recibimos con gratitud. Es una campaña que teníamos en el corazón desde hace mucho tiempo y que hoy nos llena de orgullo”, aseguró el empresario durante una entrevista en Blu Radio, en la que compartió su historia de vida y emprendimiento.
Jaime González comenzó a “hacer empresa” desde los siete años, creciendo entre los estantes de una droguería en su pueblo natal. Allí aprendió, según relata, valores que marcaron su camino: la palabra, la solidaridad y el trabajo constante.
Su infancia y juventud estuvieron atravesadas por el conflicto armado; fue testigo directo de tomas guerrilleras y atentados que dejaron una huella profunda en su visión de país.
“Yo me crié en una zona guerrillera. Eso no me lo contaron, lo viví. Y esas experiencias hacen que uno no mire atrás, que nada lo detenga”, recordó.
Esa vivencia dio origen a lo que él mismo define como el “descontento inspirador”: la inconformidad frente a la realidad como impulso para salir adelante. Una filosofía que hoy se recoge en el libro 'Lo que aprendí de ti', escrito por su hija María Gabriela González, una recopilación de frases, reflexiones y vivencias que resumen su manera de entender la vida, el trabajo y el liderazgo.
“El libro no es mi biografía, es un compendio de valores y frases que nacieron del diario vivir, de lo que mis hijos vieron y escucharon en casa”, explicó González.
Entre esas frases se destacan mensajes sobre la disciplina, el esfuerzo y la gratitud. “El único lugar donde el éxito está antes que el trabajo es en el diccionario”, repite el empresario, convencido de que no hay fórmulas mágicas para salir adelante. Para él, la gratitud es clave: “La gratitud es la memoria del corazón. Si la gente es grata, le va a ir bien”.
Hoy, sus empresas abarcan sectores como tecnología, consultoría en la industria petrolera, minería, tierras y café orgánico, además de un BPO que exporta servicios y bilingüismo a Estados Unidos, incluso con el Gobierno Federal. Más allá de las cifras, González insiste en que su objetivo es “transformar sueños” y demostrar que “las empresas con alma facturan más”, no solo en dinero, sino en felicidad.
En medio de un contexto nacional complejo para el empresariado, Jaime González se mantiene firme en su convicción de que el trabajo honesto, la inclusión y los valores aprendidos en los pueblos siguen siendo el camino. Un mensaje que cobra especial sentido en esta temporada de Navidad, en la que su historia se convierte en un testimonio de esperanza, resiliencia e inspiración para quienes buscan salir adelante en Colombia.