En un operativo interinstitucional, la Alcaldía de Barrancabermeja y diferentes autoridades ambientales y de seguridad suspendieron por 30 días las actividades de una curtiembre ilegal ubicada en la vereda El Zarzal, a media hora del casco urbano.
El establecimiento, que operaba sin permisos ambientales, procesaba de manera clandestina cerca de 5.000 pieles de ganado cada dos semanas, generando vertimientos y acumulación de residuos que afectaban las fuentes hídricas del Distrito Regional de Manejo Integrado (DRMI) San Silvestre, además de la calidad del aire de los habitantes cercanos.
De acuerdo con la inspección realizada por la Secretaría de Ambiente y Transición Energética junto con la CAS, la Policía Ambiental, el Ejército Nacional, la Secretaría de Salud y la Inspección de Policía, la actividad también representaba un riesgo para la operación del aeropuerto Yariguíes, por la proliferación de gallinazos atraídos por los desechos orgánicos.
“Hemos tenido quejas de la comunidad por esta obra clandestina. Lamentablemente, los olores son ofensivos y la zona está dentro del cono aeronáutico. Hemos impuesto suspensión por 30 días para desalojar los residuos y frenar esta contaminación en un área protegida del DRMI San Silvestre, donde las fuentes hídricas quedaron con presencia de grasas”, explicó Leonardo Granados Cárdenas, secretario de Ambiente y Transición Energética del Distrito.
Además de la medida preventiva, se abrió un proceso sancionatorio ambiental contra los responsables de la curtiembre, quienes abastecían un mercado ilegal con el curtido de pieles.