Juan Carlos Giraldo lleva 24 años como director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) y son más de cincuenta estudios sobre las deudas de los hospitales, uno más desesperanzador que el anterior, una cartera más grande que la otra, una catástrofe tras otra, pero nunca lo había visto tan preocupado como hoy.
"La semana pasada revelamos un estudio, que lo publicamos semestralmente, en ese estudio con un grupo de 227 hospitales y clínicas del país encontramos que la cartera hospitalaria ya asciende a los 24 billones de pesos con un 56% de morosidad, ese es un dato muy complejo. La mayoría de esta cartera está en entidades en intervención por parte de la Superintendencia de Salud (12.8 billones de pesos)", dijo Giraldo en entrevista con Blu Radio.
"Las cosas no están funcionando bien", manifestó cansado Giraldo, pero no de su trabajo, ni de las advertencias, sino de la falta de voluntades para sacar adelante el sistema de salud que hoy más que nunca está en riesgo de colapso.
"Acá las intervenciones están mal planteadas, la intervención debería estar acompañada de una recursos frescos que le ayuden a esa entidad a salir a flote a cumplir con las obligaciones. Simplemente, se está extendiendo a lo largo del tiempo la crisis", explica.
Frente a la reforma a la salud, Giraldo hizo un llamado a dejar de lado la polarización y búsqueda de victorias políticas, y comenzar a pensar en la gente, en el paciente, porque el sistema ya no da más.
"Llevamos casi tres años en una discusión que no ha podido avanzar. Se debería hacer un máximo esfuerzo en encontrar las coincidencias, quitar las cosas que no son necesarias, mejorar las fuentes de financiación, el rol de las EPS, la coexistencia de la red pública y privada para encontrar la mejor solución para la gente, el camino no puede ser seguir en esta polarización", manifestó el director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas.
El dirigente gremial agrega: "Los tiempos de la política y los tiempos de la atención a la gente son diferentes. La gente no puede estar esperando a que salga una Ley, se tiene que destrabar el avance de la reforma. Pero el camino de la no conversación, del punto de honor, ese tiempo ya está vencido".