En un mercado laboral marcado por el burnout y la alta rotación, iniciativas poco convencionales están demostrando ser altamente efectivas para retener talento, reducir el ausentismo y elevar la productividad. Una de ellas es HEFY —antes conocida como EFY—, la plataforma de belleza a domicilio que hoy se consolida como un aliado estratégico de bienestar organizacional.
De acuerdo con sus resultados, la implementación de servicios como manicure, masajes y rutinas de autocuidado en las oficinas ha permitido a varias compañías disminuir hasta en un 30% sus niveles de ausentismo y mejorar en un 20% la eficiencia de los equipos.
La startup, que acaba de anunciar un cambio de marca, ha diseñado un modelo que convierte el bienestar en una inversión rentable: por cada peso destinado a estos programas, las empresas pueden recuperar hasta tres veces su valor, según datos propios de la compañía.
La lógica detrás de este enfoque es clara. La Society for Human Resource Management (SHRM) ha advertido que reemplazar a un empleado puede costar entre el 50% y el 200% de su salario anual. Es decir, sustituir a un analista con un ingreso mensual de $3.000.000 puede implicar una inversión que oscila entre $18.000.000 y $72.000.000, considerando selección, inducción, capacitación, pérdida de productividad y vacantes sin cubrir.
En este contexto, la propuesta de HEFY resulta directa pero poderosa: llevar servicios de belleza y cuidado personal a los espacios de trabajo, a través de paquetes personalizables con profesionales certificados. El objetivo, según explica su fundadora y CEO, Laura Serrano, es claro: “Las compañías líderes ya no compiten solo con salarios, sino con cómo hacen sentir a su gente. Por eso lanzamos una alternativa en la que convertimos el bienestar en una ventaja competitiva medible, con servicios que los equipos usarán y amarán”.
La flexibilidad es parte del modelo. HEFY busca co-crear programas junto con los equipos de Recursos Humanos, ofreciendo desde pausas activas premium hasta Wellness Months con indicadores claros de desempeño. Las compañías pueden elegir servicios que van desde masajes exprés de 15 minutos hasta jornadas completas de autocuidado con manicure, pedicure, veloterapia y mini faciales, todo sin necesidad de salir de la oficina.
La apuesta no solo atiende el bienestar de los empleados, sino que también se alinea con una preocupación global. El informe State of the Global Workplace 2023 reveló que el estrés laboral le cuesta a la economía mundial casi US$9 billones, equivalente al 9% del PIB global.
Por ahora, los sectores con mayor adopción de esta tendencia son call centers y retail, donde la rotación supera el 40%, así como firmas legales y financieras sometidas a alta presión, y empresas tecnológicas que buscan diferenciarse para atraer talento joven. Sin embargo, cualquier organización —desde una startup hasta una multinacional con más de 1.000 empleados— podría beneficiarse del modelo.
El impacto también tiene un componente social: cada servicio contratado genera ingresos para mujeres emprendedoras, en su mayoría cabeza de hogar, fomentando además una cultura de autocuidado que combate el burnout.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo resume de forma contundente: crear entornos laborales saludables “no es un lujo, sino una necesidad estratégica”. Esto mejora la creatividad, fortalece el employer branding, eleva la moral del equipo y reduce los costos invisibles del ausentismo.