
en el diario vivir de los colombianos y dijo que una vez “una mujer le expresó su amor mientras se escuchaba de fondo uno de los vallenatos”, dijo.
Salcedo Ramos recordó la infancia de Diomedes y cómo cuando niño, mientras trabajaba en una finca, indígenas de la región le pedían que cantara a cambio de café.
Respecto al lado humano y personal de los personajes que son protagonistas en sus crónicas, Salcedo señaló que cuando me acerca a los personajes les encuentra “las heridas que todavía sangran, algunas de ellas se pueden mostrar y otras no”.
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El cronista colombiano, considerado por muchos el mejor en su género en el país, reveló lo curioso que es la idiosincrasia de la costa caribe, idea que plasmó en su obra ‘La eterna parranda’, donde expresa un poco de la cultura de su región.