Así lograron fechar las monedas de oro del galeón San José, ¿de dónde salieron y adónde iban?
Con tecnología de punta, arqueología no intrusiva y un equipo completamente colombiano, investigadores lograron confirmar la procedencia, fecha y destino de las monedas encontradas en el naufragio del mítico galeón San José, hundido en 1708 frente a las costas de Cartagena.
El hallazgo y estudio reciente de las monedas del galeón San José, considerado uno de los mayores tesoros sumergidos del mundo, ha arrojado resultados sin precedentes para la arqueología subacuática en Colombia. Gracias a una investigación conjunta de la Armada Nacional, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y la Dirección General Marítima (DIMAR), se ha logrado determinar con precisión el origen y la ruta de las monedas de oro resguardadas en el fondo del mar Caribe.
El contralmirante Germán León, jefe de Intereses Marítimos y Fluviales de la Armada Nacional, explicó que el análisis se realizó sin tocar el yacimiento, utilizando tecnología de exploración no intrusiva: “El yacimiento no ha sido tocado porque el método de investigación que estamos utilizando es no intrusivo. Las preguntas científicas son las que nos van a dar los siguientes pasos”, afirmó.
Las monedas fueron acuñadas en Lima, sede de la seca del Virreinato del Perú, y llevaban impreso un sello distintivo: la cruz de Jerusalén, olas debajo del símbolo y letras artesanales que permiten fecharlas alrededor del año 1708, coincidiendo con el naufragio del galeón. Según el estudio, las monedas tenían como destino final España, donde se integrarían al tesoro real.
Rutas comerciales coloniales: del Perú a Cartagena
La arqueóloga Daniela Vargas, del ICANH y parte del equipo de investigación, detalló la ruta comercial trazada a partir del análisis de las monedas: “Fueron acuñadas en Lima, y esto nos indica que las minas de oro de donde proceden están en Huamanga y Puno. Luego, probablemente pasaron por la feria de Portobelo y de allí a Cartagena, para finalmente dirigirse a España”, explicó.
Figura 1. Se identificaron tres áreas de depósitos de cob tanto a babor (b y c) como a estribor (a) de la sección de popa. Están dispersos en grupos, rodeados de artefactos de la carga, la artillería y la vida cotidiana a bordo del buque (fotografías de ARC-DIMAR, 2022; figura de los autores).
Esta información es clave para reconstruir el contexto del naufragio y para dar validez histórica a la identificación del Galeón San José como la embarcación que naufragó cerca de Cartagena durante la guerra de sucesión española. Vargas también enfatizó que se trata de un contexto arqueológico único, ya que se cuenta con objetos casi intactos: “Normalmente trabajamos con fragmentos, pero aquí tenemos objetos arqueológicos completos. Eso es valiosísimo”.
Tecnología de exploración no intrusiva: precisión a 600 metros de profundidad
La proeza tecnológica detrás del estudio fue descrita en detalle por el contralmirante León, quien resaltó la capacidad nacional: “Tenemos los buques, la capacidad robótica, el satélite, y lo más importante: todo el equipo está conformado por jóvenes colombianos”.
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El sistema operado permite obtener imágenes de alta resolución a 600 metros de profundidad, en un entorno completamente oscuro y de temperaturas extremas. “Cuando se prenden las lámparas del robot, aparece el yacimiento arqueológico... es un ambiente parecido a un paisaje lunar”, dijo León.
Fotografía in situ de alta resolución del área de acumulación de monedas de mazorca en la sección de babor de la popa, que muestra las caras anversa y reversa de la moneda, tal como se observaron en el fondo marino (fotografías de ARC-DIMAR, 2022; figura de los autores).
Patrimonio cultural, no tesoro comercial
Uno de los puntos centrales del debate en torno al Galeón San José ha sido su tratamiento legal y cultural. Mientras algunos sectores han planteado su comercialización, tanto la Armada como el ICANH han sido enfáticos en declarar el pecio como bien de interés cultural de la Nación. “Nos pertenece a todos los colombianos y no se puede vender”, afirmó León.
Esta posición también está en línea con los tratados internacionales sobre patrimonio cultural sumergido, como los acuerdos de la UNESCO, que buscan preservar el valor histórico antes que el económico.
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Homenajes y legado histórico
Durante la entrevista también se rindió homenaje al historiador Rodolfo Segovia, fallecido recientemente y considerado uno de los mayores conocedores del galeón y las fortificaciones de Cartagena. “Era un historiador extraordinario, y su legado ha inspirado a quienes trabajamos hoy en la protección del patrimonio sumergido”, agregó el contralmirante.
La conversación evocó referencias culturales como “El amor en los tiempos del cólera” de Gabriel García Márquez, donde se alude al mito del galeón como parte del imaginario colectivo.
Próximos pasos: identificar más objetos y reconstruir la historia
Daniela Vargas explicó que el estudio está apenas en una etapa inicial: “Hemos identificado solo una parte de los 1138 objetos registrados. Lo que viene es estudiar el 100% del contexto antes de tomar decisiones sobre una posible extracción”.
El objetivo es lograr una reconstrucción completa del naufragio, entendiendo no solo la carga, sino también las condiciones de vida a bordo, la estructura del buque y las causas del hundimiento.