Roberts se refiere a esto como “monolingüismo”, y en palabras del experto “tal como no saber leer y escribir determinaba el futuro profesional y social de una persona a principios del siglo XX, hoy no manejar más que tu idioma materno es una barrera de entrada al mercado laboral insoslayable para cualquier joven”, así que no solo se trata de hablar su propio idioma y una segunda lengua, sino de abrirse a un amplio abanico de posibilidades idiomáticas (Lea también: Conozca los insultos “más elegantes” del castellano).
¿El inglés debe ser la segunda lengua en todos los países del mundo?
Offelia Wade, directora del programa de doble inmersión del Departamento de Educación de Utah, Estados Unidos, señala que “en Utah creamos una visión del estado como un poder económico, crear unas condiciones donde pudiéramos participar activamente en este mundo global que se desarrolla, en que la economía se desarrolla no localmente sino globalmente” (Lea también: Puerto Colombia, un sin número de expresiones coloquiales).
De esta manera, en la oficina que dirige, se impulsa la idea de que deben ser varios los idiomas en que el estadounidense se comunique, teniendo en cuenta la importancia de países como China, Francia y Alemania en territorio norteamericano, económica y políticamente hablando.
“Identificamos el mandarín, francés, portugués y alemán, porque tenemos ciertas condiciones de negocios con esos países; además, a nivel nacional los idiomas que el Gobierno de EE.UU. ha identificado como críticos para la seguridad y el desarrollo económico”, añadió.