Titanes: Pablo Jiménez y la música como instrumento de paz
El sueño de Pablo, es que sus muchachos puedan llegar al interior del país y sean profesionales como músicos y bailarines.
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Las noches de Arauca son de música y danza gracias a Pablo Jiménez quien enseña a más de sesenta niños, jóvenes y adultos el valor de los tambores y gaitas. Esta es la cuarta historia nominada en la categoría cultura de Titanes Caracol 2016.
El repicar de los tambores, gaitas y llamadores está tatuado en la piel de Pablo Jiménez, un araucano ciento por ciento, como sus otros músicos, pero con una alta influencia del caribe y el pacífico que viene de padres y abuelos.
Todas las noches, más de sesenta niños, jóvenes y adultos se toman la plazoleta de la Alcaldía de Arauca para aprender de música y danza. "Aquí se baila cumbia, porro, currulao, pasillo, bambuco, guabina o joropo, pero también se aprenden valores, como el respeto, la puntualidad, la sinceridad y dedicación y la lealtad", dice Jiménez.
Afirma que las nuevas generaciones quieren experimentar otros ritmos, como el reguetón, el rock, el pop o la salsa choque, y es en ese momento cuando les ofrece, a manera de negocio, permitirles bailar esas expresiones, pero anteponiendo los ritmos colombianos como su prioridad artística.
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El sueño de Pablo, es que sus muchachos puedan llegar al interior del país y sean profesionales como músicos y bailarines, ya que esta es la única forma de garantizar el relevo generacional de los líderes culturales de la región.
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Para votar por esta historia ingresa a WWW.TITANESCARACOL.COM en el perfil de Pablo Jiménez .