a que la pasión de apoyar a su equipo es un gusto que le heredó a su padre.
“La vida es para vivirla. Mi vieja después de varios años se acostumbró a que ser barrista es mi mundo y no soy un delincuente, tengo una carrera y un trabajo”, dijo el hombre de 29 años.
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No obstante, este seguidor ‘cardenal’ aclaró que a pesar de amar con fervor a su equipo nunca se haría matar por él.
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Además, hizo un llamado a la tolerancia dado que una ocasión le vio la cara a la muerte tras recibir 7 puñaladas por caminar por un sector de Bogotá con la camiseta de Santa Fe.