Reflexión dominical. Foto: Referencia -AFP-
Actualizado: 29 de abr, 2016
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El Señor nos propone un bautizo en Espíritu Santo y fuego, que quiere decir ese poder de parte de Dios que hace que nuestra debilidad y nuestros errores sean transformados para ser testigos de la vida.
“Cuando recibimos el bautizo, recibimos la luz para actuar en el bien porque somos iluminados por el Espíritu de Dios para que nuestra mente este en la claridad del amor del bien, del servicio y la entrega a nuestros hermanos”, explicó el padre Quiroga.
Por haber recibido el poder de Dios, Cristo amó y sirvió. Y nosotros cuando lo recibimos tenemos la misma capacidad de amar y poder servir a la manera de Jesucristo.
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