del Amazonas y la sabana de la Orinoquía, en el cual “se puede disfrutar de la naturaleza, las comunidades, los ríos, la flora y la fauna”.
“Uno siente que el Guainía queda en otro país, al otro lado del mundo, pero en realidad un vuelo desde Bogotá hasta Puerto Inírida, la capital, dura menos tiempo que un vuelo a Barranquilla”, comenta Abreu.