Gabriel Navarrete es un hombre de 62 años de edad que tardó 17 años en graduarse de derecho de la Universidad Libre. ¿La razón? Las drogas; fue habitante de calle durante 16 años y vivió en sectores tan reprimidos como los extintos Cartucho y Bronx.
Hoy, 4 años después de su graduación y otros más de no consumir una sola “bicha de bazuco”, como lo expresa él, es abogado penalista.
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A Gabriel se le encuentra todos los días en el centro de servicios de Paloquemao ofreciendo sus servicios: “hurtos, homicidios, lesiones personales, hurtos” le dice a todo aquel que llega con esposas.
Por su defensa cobra entre 50.000 y 100.000 pesos, dinero que usa para vivir en el barrio La Favorita, cerca de los juzgados donde labora.
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