Murió el maestro Santiago García, fundador del teatro La Candelaria

Con el sonido de las gaitas, en el 2019, sus más fieles amigos le celebraron su cumpleaños número 90. Sin embargo, este lunes se conoció la noticia de su muerte.El maestro Santiago García fue una de las figuras más importantes del teatro en Colombia.El teatro La Candelaria, su refugio, su taller, su corazón, donde los colores en las tablas fueron ‘luz’ del talento de los más grandes artistas del país.Aunque fue arquitecto, pasó por la Escuela de Bellas Artes de París y descubrió que la dramaturgia sería entonces el camino a seguir. Junto a Patricia Ariza, su cómplice durante muchos años, Gustavo Angarita, Vicky Hernández, Carlos José Reyes y otros tantos amigos, fundó el teatro La Candelaria, luego de haber creado El Buho.“Santiago García es uno de los íconos en la creación y la dramaturgia de los más grandes que hay, reconocido en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica”, recordaba Luís Hernando Forero, miembro fundador del teatro La Candelaria.En Julio del 2019, el Ministerio de Cultura le otorgó la medalla al mérito, reconociendo la loable labor del artista que durante aproximadamente 70 años abanderó el teatro en Colombia.“Que el teatro viva más de 45 años de manera ininterrumpida y le pueda ofrecer a un público obras de creación colectiva y un trabajo consolidado a cargo, obviamente, del gran maestro colombiano Santiago García”, así lo recordaba la entonces ministra de Cultura Mariana Garcés.Carlos José Reyes, haciendo referencia a dos de sus aliados en La Candelaria: “con la experiencia de nuestros conflictos, pero también con el humor, la gracia de Santiago García, Patricia Ariza y todo el grupo”.Lisandro Duque, magno conocedor y figura del cine, recordaba en el diario El Espectador una de tantas anécdotas junto a Santiago. No podía reflejar de mejor manera el actuar de García.“El actor para el papel de obispo era Santiago García, preciso los días en que lo esperábamos apareció con despliegue en los medios una lista de 10 personalidades del arte (Vicky Hernández, Patricia Ariza, Arturo Alape, entre otros), a quienes un escuadrón de la muerte declaraba objetivos militares y les daba un plazo perentorio para que se abrieran del parche. Algunos de ellos se asilaron de inmediato en embajadas y se fueron del país durante un tiempo, otros cambiaron de barrio en Bogotá y se dedicaron a llevar una existencia cautelosa cambiando sus rutinas por el estilo”, dijo.“La lista la encabezaba, por supuesto, Santiago, a quien desde muy joven y hasta la fecha se le dice ‘maestro’ y es un ícono de la cultura colombiana e internacional, me preocupó que Santiago no llegara a cumplir el compromiso que tenía con la película, razón por la cual inicié de emergencia la tarea de conseguirle un sustituto, algo difícil, pues para el papel de prelado de alta jerarquía él parecía mandado a hacer”, añadió Duque Naranjo.Mariangela Urbina, recordaba la memoria de ‘El gran payaso’ y se preguntaba: ¿dónde tiene la cabeza, maestro? ¿dónde?, recordando sus hazañas y su buen humor, de un hombre que padecía de talento desbordado y fino humor, como pocos en Colombia, sin saturación, sin sobreactuación y con todo el rigor y exigencia a quienes en sus tablas profesaban el sagrado ritual llamado teatro.