Oyó por meses ruido bajo su casa, creyó que eran animales, pero descubrió algo perturbador

Una residencia en El Sereno, un barrio de Los Ángeles, California, se convirtió recientemente en el escenario de una historia inquietante y surrealista que ha captado la atención de miles. Una anciana de 93 años, acostumbrada a los ruidos nocturnos bajo su hogar, jamás imaginó la impactante verdad detrás de estos sonidos.Ruidos en la nochePor meses, la mujer y su familia escuchaban golpes y ruidos provenientes del espacio reducido bajo la casa, de apenas medio metro de altura. Al principio, supusieron que se trataba de animales, como perros callejeros o mapaches. Sin embargo, la noche del jueves pasado, los sonidos se hicieron más intensos y constantes. Algo no cuadraba.Ricardo Silva, yerno de la propietaria, describió el momento en que todo cambió: "Era como si alguien estuviera golpeando desde debajo de la casa mientras mi esposa caminaba. Eso no podían ser animales."Con esta sospecha en mente, la familia decidió investigar, pero nunca imaginaron lo que encontrarían.El impactante descubrimientoAl inspeccionar el área, la familia quedó aterrorizada al encontrar a un hombre desnudo viviendo en el reducido espacio bajo la vivienda. El intruso, identificado como Isaac Betancourt, de 27 años, se había instalado allí durante aproximadamente seis meses, utilizando el lugar como refugio. Su presencia representaba un riesgo no solo para la seguridad de la familia, sino también para su salud, ya que las condiciones antihigiénicas del lugar eran preocupantes.El Desalojo: Una Operación ComplejaDesalojar al indeseado huésped no fue tarea fácil. La policía, alertada por la familia, tuvo que emplear múltiples estrategias para persuadir al hombre de abandonar el lugar. Al principio intentaron dialogar, pero la resistencia del intruso obligó a intensificar las medidas. Finalmente, los agentes usaron gases lacrimógenos para forzarlo a salir.El hecho, que fue reportado ampliamente por medios locales como NBC, dejó a la familia conmocionada pero también aliviada de haber recuperado la tranquilidad de su hogar.