Caroline Cartwright fue obligada en 2010 por un tribunal de Sunderland, en Inglaterra, a dejar de hacer tanto ruido cuando sostiene relaciones sexuales.
Aunque la Policía fue a su casa más de 30 veces por los reclamos de los vecinos, la mujer se niega a dejar de hacer ruido durante sus momentos de sexo.
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"Por lo que entiendo, esto es lo que se debe hacer: simplemente relajarse y dejar que suceda ", le dijo Caroline a los medios.
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Es por eso que la mujer sigue violando la orden judicial y se arriesga a ir a prisión.
Sigue enfrentándose a los jueces de Inglaterra y asegura que aunque ya obtuvo esa orden judicial en 2010, seguirá teniendo sexo ruidoso.