En su reflexión dominical, el pastor Andrés Corson profundizó en la necesidad de vivir guiados por el Espíritu Santo, una continuación de su enseñanza anterior sobre “vivir en el Espíritu”. Basándose en Gálatas 5:25 —“Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida”— Corson subrayó que Jesús, aunque era Dios, vivió en la tierra como ser humano.
El pastor también compartió ejemplos personales y bíblicos que revelan cómo aprender a ser guiados por el Espíritu conlleva errores, correcciones y rendición. Narró cómo Pablo, en Hechos 16, fue frenado repetidamente por el Espíritu antes de recibir la dirección clara hacia Macedonia.
Finalmente, Corson enfatizó que la verdadera guía del Espíritu no siempre se evidencia por la ausencia de obstáculos. “A veces todo sale mal y aun así es la voluntad de Dios”, explicó, recordando que la paz interior es el mayor indicador de la dirección divina: “Que la paz de Cristo gobierne en sus corazones” (Colosenses 3:15).
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