En la reflexión dominical del 15 de octubre, el pastor Andrés Corsón habla de las acciones de las personas orgullosas y humildes.
“Al igual que Dios, nosotros rechazamos a los orgullosos y sentimos un atractivo especial hacia la gente humilde”, manifestó el pastor.
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Para evitar la ingratitud “debemos arrepentirnos de ese pecado, el orgullo” y hacer un cuadro comparativo entre lo que es totalmente opuesto al orgullo “y esa es nuestra humildad”, afirmó.
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