
Con la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como el nuevo papa de la Iglesia católica bajo el nombre de León XIV, se revive el interés por una de las tradiciones más simbólicas del Vaticano: el cambio de nombre del papa.
Aunque existen diversos nombres papales que, por distintas razones históricas, los pontífices modernos han evitado, hay uno que permanece como el único considerado verdaderamente prohibido: Pedro.
¿Cuál es el nombre prohibido para un papa?
De acuerdo con la tradición eclesiástica, ningún papa ha vuelto a tomar el nombre de Pedro desde que San Pedro Apóstol —considerado el primer pontífice de la historia— murió mártir en Roma.

La razón principal es el respeto que se guarda hacia la figura fundacional de la Iglesia, pero también influye una antigua profecía que señala que un futuro "Pedro II" marcaría el final del papado y de la Iglesia, lo que ha contribuido a mantener ese nombre fuera de uso durante siglos.
¿Qué otros nombres son poco probables para escoger como papa?
La práctica de adoptar un nuevo nombre papal se remonta a la Alta Edad Media. Aunque no es un requisito doctrinal, se ha convertido en una costumbre asentada desde que el papa Juan II, en el siglo VI, decidió dejar de usar su nombre de nacimiento, Mercurius, por considerarlo demasiado vinculado al dios pagano Mercurio.
Desde entonces, el nombre elegido por cada nuevo papa se interpreta como un mensaje simbólico sobre su pontificado y sus prioridades.
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Además de Pedro, hay otros nombres que, si bien no están formalmente prohibidos, son generalmente evitados por las asociaciones históricas que conllevan:
- Es el caso de Urbano, nombre vinculado a Urbano VIII, quien estuvo al frente del juicio contra Galileo Galilei en el siglo XVII, un episodio ampliamente debatido en la relación entre ciencia y religión.
- También se evita el nombre de Pío, especialmente por la figura de Pío XII, cuyo papel durante la Segunda Guerra Mundial ha sido objeto de crecientes cuestionamientos.
- El historiador eclesiástico Michael Temple, citado en diversos análisis sobre el tema, también señala que nombres como Lucio, Clemente, Bonifacio y Sixto han sido evitados por diferentes razones: ya sea por su vínculo con antipapas, asociaciones negativas durante la Edad Media o incluso connotaciones humorísticas que los hacen poco adecuados para la seriedad del cargo.
Incluso nombres recientes como Benedicto han sido descartados por su cercanía temporal. Tras la muerte de Benedicto XVI en 2022, se considera improbable que su inmediato sucesor adopte ese mismo nombre, por respeto y por evitar comparaciones directas.

¿Cuáles son los nombres de papa más escogidos?
Pese a estas restricciones implícitas, algunos nombres continúan siendo populares entre los pontífices. A lo largo de la historia, se han repetido con frecuencia nombres como Juan (21 veces), Gregorio (16), Benedicto (16), Clemente (14), León (14), e Inocencio (13), este ante penúltimo ahora nuevamente adoptado por el papa número 267 de la Iglesia católica.
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Robert Francis Prevost, de 69 años, quien también posee nacionalidad peruana y fue arzobispo emérito de Chiclayo, eligió así el nombre de León XIV.