La expresentadora Adriana Arango recordó en Mesa BLU su difícil experiencia en la cárcel el Buen Pastor donde estuvo recluida por una mala decisión que tomó junto a su esposo cuando tenían una empresa comercializadora de flores.
“Cuando me metí en el problema, fue de una forma irresponsable, sin tener el conocimiento de administrar una empresa de comercialización de flores, pensando que con nuestra buena voluntad, con nuestro empuje de generar trabajo… Yo sabía que de pronto estábamos creciendo muy rápido y, más allá de la ambición, era el deseo de salir adelante y demostrar que tenía ese espíritu emprendedor”, contó.
Adriana confiesa que cuando se dieron cuenta de los inconvenientes que tenían, sabía que necesitaba llegar a un acuerdo con los acreedores porque no contaba con los recursos para pagar los préstamos que habían recibido.
“Mi corazón me decía hágalo y mi mente me decía no, usted cómo va quedar mal; mi orgullo y mi ego no me permitieron aceptar lo que pasaba”, dijo.
A raíz del problema, la recordada presentadora fue privada de la libertad durante más de 6 años hasta el pasado junio de 2015.
“Uno llega a la cárcel y entiende que hay un error que de una u otra forma hay que asumir, los delitos que a mí me imputaron los acepté porque no tenía como pagar un abogado, pensando en una verdad procesal y no en una real, entre ellos el de la estafa, que es el que digo: yo no le robé un peso a nadie”, sostiene.
“Los acepté porque el fiscal me dijo, acéptelo que yo le ayudo y la dejo en la casa, y resulta que el fiscal no era el que decidía sino un juez de conocimiento”, agrega.
Arango también confesó cómo resultó la difícil experiencia de pasar ese periodo de tiempo en la cárcel y qué enseñanzas le dejó en su vida. “Cada uno vive su proceso como decida vivirlo, yo lo hice como una experiencia que acepté desde el momento que entré y dije esto empieza un día y esto un día se termina”.
“En la cárcel estuve en un patio de pocas internas, había un pedacito de pasto y yo hacia mi yoga, les enseñaba a ellas, me levantaba muy temprano a hacer mi oración, era super participativa, muy activa, a todo lo decía que sí para mantenerme ocupada”, recordó.
Hace un poco más de seis meses recuperó su libertad y aseguró que de la experiencia salió “fortalecida y realmente libre”.
Escuche toda la entrevista en el audio adjunto.